En el año 2010, el investigador Arturo Camacho realizó una exposición en el Museo Regional de Guadalajara sugerentemente titulada “Las tablas de Flandes. Pintura europea en el Museo Regional de Guadalajara”. En efecto, en este recinto, enclavado en el Centro Histórico de la ciudad, se resguarda un importante lote de pinturas de temática religiosa que evocan el estilo de la escuela de pintura flamenca de los siglos XVI y XVII.El repertorio en cuestión es parte de una colección de aproximadamente 101 pinturas procedentes de la Escuela Nacional de Bellas Artes -antigua Academia de San Carlos de México- que, en 1918, llegó a Guadalajara para la fundación del entonces denominado Museo de Bellas Artes, Etnografía y Enseñanzas Artísticas, hoy Museo Regional de Guadalajara. Las obras se exhibieron en la galería “Miguel Ángel” -una de las salas fundacionales llamada así en honor al célebre artista del renacimiento italiano-, durante la inauguración del recinto, celebrada el día 10 de noviembre de ese año para deleite del público local y foráneo.El lote “flamenco” está conformado por cinco pinturas: un tríptico de madera con el tema de “La Anunciación” y “La Natividad”, atribuido a Albretcht Bouts (ca. 1451/54-1549) y cuatro láminas, dos de ellas con representaciones del Arca de Noé -atribuidas al célebre artista Jan Brueghel- y dos calvarios de autor desconocido. No obstante, su origen, autoría y filiación a la tradición artística flamenca aún no han sido plenamente confirmadas.La labor del Departamento de Investigación del museo, y en este caso concreto de la Curaduría de Pintura, consiste en registrar, catalogar, investigar y difundir las colecciones pictóricas que ahí se resguardan. Esto con la finalidad de ofrecer al público información fidedigna sobre sus características y contexto histórico-artístico, en aras de su mejor comprensión, disfrute y transmisión a las generaciones futuras. Con esta convicción, en el año 2021 dio inicio un proyecto de investigación que tiene por objeto esclarecer la identidad de las pinturas que conforman el lote flamenco, a través del estudio de su tecnología, estilo y la reconstrucción de su historia de vida. Gracias a la colaboración de un grupo de profesores de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO), sobre la base de una metodología de estudio de corte científico-experimental, ha sido posible identificar los materiales y técnicas con las que fueron elaboradas las obras, reconocer su proceso creativo y formular algunas hipótesis sobre la tradición artística de la que emanaron.Los resultados serán próximamente dados a conocer en un medio especializado y sobre esta base, en una etapa posterior, se desarrollará un guion curatorial para la presentación de las piezas en el museo.La importancia del proceso de investigación del lote flamenco, sin embargo, no solamente radica en la posibilidad de esclarecer la identidad de las pinturas en sí y su eventual filiación con la tradición artística flamenca de los siglos XVII y XVII, sino que permite ampliar el horizonte de conocimiento para acceder a otros aspectos fundamentales del desarrollo histórico-cultural de la ciudad de Guadalajara y la región occidente, tales como los procesos de formación de colecciones, la historia de los museos, la gestación e instrumentación de determinadas políticas culturales, la noción de patrimonio cultural y su evolución, entre muchos otros. Esto es, la historia misma de nuestra cultura e identidad.Esta entidad está compuesta por aspectos de índole multicultural que durante su proceso evolutivo ha forjado de manera distintiva su identidad. Sus habitantes como parte esencial de sus componentes producen la herencia cultural material e inmaterial, representada por su entorno natural, arquitectura, urbanismo y tradiciones, los cuales, se encuentran sujetos a un proceso constante.