Las calles del Centro Histórico de Guadalajara se transformaron en un escenario de luz y color con el arranque de la octava edición del Festival GDLuz.Desde la Plaza Liberación hasta el Museo Cabañas, miles de personas se dieron cita ayer para ser testigos de un espectáculo que, año con año, convierte a la ciudad en un lienzo de arte lumínico y expresión cultural.El evento, que se extenderá hasta el 16 de febrero, forma parte de las celebraciones por el 483 aniversario de la fundación de la capital jalisciense. Este año, la ruta del festival recorre dos kilómetros con más de 35 atracciones interactivas repartidas en cinco escenarios principales, cada uno con una temática distinta que mezcla la tradición con la innovación tecnológica.Desde las 19:00 horas, las plazas y avenidas más emblemáticas de la ciudad comenzaron a llenarse de asistentes.Familias, turistas y grupos de amigos se acomodaban en los mejores puntos para no perderse ningún detalle de los espectáculos.Uno de los primeros escenarios en encenderse fue Plaza Liberación, donde un espectáculo multimedia rindió homenaje a la creatividad de las mujeres en el folclore mexicano. La DJ Dana Chavira marcó el ritmo de una orquesta en vivo mientras una imponente figura de una bailarina folclórica iluminaba la plaza, fusionando la tradición con la modernidad. Este show se presentará todas las noches a las 20:00, 21:00 y 22:00 horas. Frente a la Catedral Metropolitana, la Banda Municipal de Guadalajara acompañó con su música un video mapping proyectado en la icónica fachada del templo. Un maestro de ceremonias interactuó con los asistentes, quienes no dejaban de mirar hacia arriba, maravillados por las imágenes en movimiento que contaban la historia de la ciudad a través de la luz.En Paseo Fundadores, la música en vivo de bandas emergentes llenó el ambiente de energía, ofreciendo una plataforma para el talento local. “Es un gran espacio para los nuevos músicos, la gente se detiene a escuchar, aplaude. Es una gran oportunidad”, comentó uno de los artistas que se presentaban en el escenario. Mientras tanto, en Plaza Tapatía, el “Túnel de Luz” se convirtió en uno de los puntos más fotografiados de la noche. Jets interactivos, estructuras de gigantismo y performances callejeros hicieron que este espacio fuera un espectáculo dinámico y envolvente.Finalmente, en el Museo Cabañas, la obra “Memoria de Gigantes” se llevó las ovaciones del público. Esta pieza, inspirada en la famosa escultura de José Clemente Orozco, “Hombre en Llamas”, rindió tributo a la grandeza artística e histórica de la Ciudad.Eduviges y su familia llegaron temprano desde la colonia Polanco para asegurarse un buen lugar. “Es la tercera vez que venimos y nos encanta. Es como una gran fiesta en las calles de nuestra Guadalajara”, compartió emocionada.Para Rosa Martínez y su esposo Rodrigo, el festival fue un descubrimiento inesperado. “Estamos de vacaciones en la ciudad y no sabíamos que esto estaba pasando. Íbamos caminando cuando vimos el movimiento y decidimos quedarnos. Nos sorprendió la magnitud del evento, parece algo de primer mundo”, comentaron mientras observaban los juegos de luces proyectados en la Catedral. Por otro lado, la familia Narvarte, que ha asistido a varias ediciones, destacó la belleza del festival, aunque señalaron que extrañaron más presencia de la música regional tapatía. “Todo está increíble, pero nos hubiera gustado escuchar más canciones vernáculas. Hay mucha música electrónica”, mencionaron.Otro de los puntos imperdibles es la escultura de palillismo ubicada a un costado de la Catedral Metropolitana. Este año, la pieza rinde homenaje a La Minerva, el icónico símbolo de la ciudad.Durante GDLuz 2025, se espera recibir a 1.5 millones de asistentes al primer cuadro de la Perla Tapatía. CT