Nadie sobrevivió. Las 64 personas que viajaban en el avión que fue colisionado antes de aterrizar en el Aeropuerto Ronald Reagan, en Washington, por un helicóptero militar con tres tripulantes, fallecieron.Dado que ambas aeronaves se desplomaron al Río Potomac, y a las temperaturas heladas que éste registra, el operativo de búsqueda y rescate se convirtió en uno de recuperación. Nada pudo hacerse la misma noche del percance.En lo que se considera la tragedia aérea más grave en décadas, se confirmó que 14 atletas, entrenadores y familiares relacionados con el patinaje artístico volaban a bordo del avión accidentado.Dos de ellos eran jóvenes patinadores artísticos. Estaban acompañados por sus padres y dos entrenadores, quienes, se confirmó después, eran los campeones olímpicos rusos Yevgenia Shishkova y Vadim Naumov.El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, responsabilizó del accidente a los estándares de los Gobiernos de Barack Obama (2009-2017) y Joe Biden (2021-2025) para contratar controladores aéreos.“La Administración Federal de Aviación (FAA) estuvo contratando trabajadores que padecen discapacidades intelectuales severas, problemas psiquiátricos y otras condiciones mentales y físicas bajo una iniciativa de contratación de diversidad e inclusión”.El magnate también anunció que nombrará de inmediato a Chris Rocheleau, un veterano con 22 años de experiencia en la FAA para ser administrador del organismo, quien deberá ser confirmado por el Senado, de mayoría republicana, antes de asumir el puesto. Tras expresar nuevamente sus condolencias a las víctimas y sus familiares, además de elogiar el trabajo de los rescatistas, Trump afirmó que “llegaremos al fondo de todo esto”.El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, informó que el helicóptero siniestrado realizaba un vuelo de entrenamiento cuando colisionó contra un avión comercial, y aseguró que quienes iban a bordo estaban muy preparados.“Era una tripulación bastante experimentada que estaba cumpliendo con una evaluación nocturna anual obligatoria”, señaló el secretario, quien indicó que llevaban consigo gafas de visión nocturna, aunque no se sabe si las estaban utilizando en el momento del accidente.Audios de comunicaciones de radio con la torre de control muestran que los controladores avisaron al helicóptero de tráfico que estuvieran pendientes del avión comercial, pero no obtuvieron respuesta. El aeropuerto Nacional Ronald Reagan, donde tenía previsto aterrizar el avión siniestrado, cerró durante horas.La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés), una agencia independiente encargada de investigar accidentes de transporte civil, analizará los restos para esclarecer las causas del siniestro.Sin embargo, este hecho dejó abierto un debate: el espacio aéreo en los alrededores de Washington es congestionado y complejo, una combinación que expertos temen desde hace tiempo que derive en una catástrofe.“Esto era un desastre que aguardaba para ocurrir”, observó Ross Aimer, un capitán retirado de United Airlines y director general de la empresa Aero Consulting Experts. “Quienes hemos estado en esto hemos gritado al vacío que algo así sucedería, porque nuestros sistemas se encuentran al límite”. CT