Fiel a su estilo y apegado a la costumbre Donald Trump dijo, “... no estoy contento con México, ni tampoco con Canadá”, al hacer referencia al papel que juegan ambos países en el tráfico de fentanilo, cuando el sábado pasado habló en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). Nada nuevo en el mensaje, pero lo que sí es novedad, es que apenas en sus primeros 30 días en la Casa Blanca de esta su segunda administración, muchos ciudadanos -incluso los que votaron por él hace menos de cuatro meses- no están contentos con su desempeño y con el rumbo que empieza a tomar el país en la economía, administración gubernamental y política exterior.Apenas se cumplió el primer mes el jueves pasado y medios de comunicación, universidades y organizaciones no lucrativas -Washington Post, Reuters/IPSOS, CNN, Quinnipiac University y Pen Research, entre otros- ya dieron a conocer sus encuestas de percepción sobre el nuevo mandatario. En todos los promedios la calificación es a la baja -cercana a los dos dígitos- y solo un 27 por ciento de los encuestados lo apoyan a ciegas y un 37 por ciento se oponen en todos los sentidos.Pero veamos los números en los renglones más importantes. En lo que se refiere al despido de trabajadores federales “recomendado” por su asesor personal Elon Musk, 58 por ciento lo rechaza -39 por ciento lo aprueba-; el haber desaparecido la Agencia de Desarrollo Internacional (USAID), el 59 por ciento se opone -el 38 por ciento lo aprueba-; el perdón concedido a los más de 1,500 sentenciados por la invasión del Capitolio, 83 por ciento lo desaprueba -solo 14 por ciento lo justifica-; en el manejo de la economía 53 por ciento la desaprueba -45 por ciento lo aprueba-, señalando el 62 por ciento de los entrevistados que no ha hecho lo suficiente por reducir los precios de los productos básicos como fue su promesa de campaña, mientras que en lo que se refiere al manejo concreto de la inflación, una tercera parte -32 por ciento- solamente lo aprueba.De acuerdo con Gallup -agencia de analisis y asesoria- Donald Trump inició su mandato el 20 de enero pasado con un 47 por de aprobación ciudadana; 30 días después -de acuerdo con el periodico The Washington Post- solo el 43 por ciento lo apoyan y la tendencia es a la baja, mientras que el 57 por ciento de los norteamericanos perciben que Trump se ha excedido en su autoridad en la aplicación de políticas internas -como es el despido masivo de empleados federales para reducir costos presupuestales, el conceder poder ilimitado a Elon Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y los nombramientos de gente sin antecedentes y experiencia en el Pentágono, el FBI, el Departamento de Salud, Seguridad Nacional, etc.- y externas -como ha sido el manejo de las crisis Israel-Hamas, Rusia-Ucrania y la credibilidad que le tiene a Vladimir Putin de Rusia, donde el 81 por ciento de la población lo desaprueba-.Así es que posiblemente la insatisfacción que demuestra al decir que “... no estoy muy contento con México, ni tampoco con Canadá” -que han hecho más de lo que hacían en el pasado en el combate al fentanilo- solo sea un desquite a la desaprobación que empieza a sentir por parte de sus “súbditos”. El problema es que en las medidas de “desquite” que tome el inquilino de la Casa Blanca en contra de sus vecinos si nos puede repercutir, sobre todo en lo que se refiere con el asunto de los aranceles.Usted, ¿qué opina?