Este fin de semana, muchas personas en México la pueden estar pasando muy mal, y no precisamente por motivos de salud y una precaria situación financiera, sino por la extensa, minuciosa, argumentada y detallada carta que Ismael Zambada García -mejor conocido como “El Mayo”- envió al cónsul General de México en Nueva York, donde solicita “asistencia consular y repatriación a México”.Aunque la carta -que obviamente no fue escrita por él, sino por un grupo de abogados (peritos) en derecho internacional- donde pide ser juzgado en México, advierte que “...el secuestro transfronterizo de mi persona es una infracción grave… de ser incumplido trastocaría de manera peligrosa la relación bilateral entre México y Estados Unidos, pues conculcaría de manera directa el principio de reciprocidad internacional” -haciendo referencia a los tratados firmados entre ambas naciones sobre derechos humanos y tratados de reos políticos y delincuentes-, no habla de una amenaza concreta sobre “hablar” de asuntos relacionados a los posibles “acuerdos” entre líderes de las mafias y ciertas autoridades o funcionarios del Gobierno mexicano, retórica que recientemente ha sido alimentada por el presidente Donald Trump y varios legisladores en Washington. Sin embargo, es obvio que si alguien está enterado de posibles “enjuagues” de este tipo, ese es el capo quien durante casi 50 años se ha dedicado al “negocio” y debe de conocer “con pelos y señales” muchos de esos “acuerdos en lo oscurito”.“El Mayo” Zambada dice que las “...exigencias son derivadas del derecho internacional y del marco normativo de México. La falta de acción por parte del Estado Mexicano constituiría un abandono de sus obligaciones jurídicas y diplomáticas… México está obligado a actuar y exigir la reparación de estas violaciones, sin excusas ni dilaciones”. El Gabinete de Seguridad de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum -de acuerdo con un documento que obtuvieron algunos medios de comunicación- le ha recomendado “no solicitar la repatriación” del narcotraficante porque pudiera ocasionar una crisis diplomática con Donald Trump, además de medidas contraproducentes en cuestiones de seguridad y economía. Sheinbaum debe estar entre la espada y la pared. “El Mayo” Zambada no fue detenido por autoridades norteamericanas en nuestro territorio; aparentemente fue engañado, llevado y entregado a la autoridad del país vecino en donde había una recompensa de 15 millones de dólares por su captura, por lo que la detención se hizo de acuerdo a “sus” leyes por los cargos que se le imputan. El riesgo de dejarlo “allá” es que nuestro paisano pueda “cantar” como tenor y las notas retumben hasta México, donde aparentemente “hay muchos vidrios -autoridades o funcionarios- que se pueden quebrar”. Yo pienso que lo mejor sería que se quede allá y así disipamos dudas. Usted, ¿qué opina?
