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Le empiezan a dar la espalda
Le empiezan a dar la espalda
Si ayer decíamos en este mismo espacio que con los indiscriminados recortes gubernamentales y la aplicación de aranceles —con las graves consecuencias económicas que conllevan— al presidente Donald Trump la situación “se le salió de las manos”, con las más de mil 400 protestas documentadas —algunas de ellas multitudinarias— que el sábado hubo en los 50 estados del país vecino, podemos asegurar que un gran sector de la sociedad —incluidos muchos que apenas en noviembre votaron por él y entre ellos varios legisladores republicanos— le empiezan a dar la espalda, cuando apenas hoy está cumpliendo 78 días en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
Resulta además histórico, dentro de esta serie de manifestaciones contra las controversiales decisiones tomadas por el “Emperador”, la posición asumida por un ex presidente, como es el caso de Barack Obama, quien el sábado hizo un llamado a la ciudadanía —desde el Hamilton College en Clinton, Nueva York— para resistir la agenda impulsada por Donald Trump. Incluso usó la palabra “sacrificarse” —que puede tener muchas interpretaciones— para defender “los valores democráticos”, y advirtiendo con mucha claridad que “depende de todos nosotros solucionar esto”.
Ante la gravedad de la turbulencia en las bolsas, las multimillonarias pérdidas económicas corporativas y las amenazas de recesión en varios países del mundo, el viernes y sábado Trump se la pasó jugando golf en su campo privado de Mar-a-Lago en Florida, sin inmutarse de lo que ha provocado.
Y algo que viene a preocupar aún más sobre la facultad de raciocinio de Trump, es lo influenciable que es, como lo demuestra el reciente despido del general Timothy Haugh, director de la Agencia de Seguridad Nacional y la sub directora Wendy Noble, que aparentemente fueron provocados por la recomendación de una personalidad de internet, como es el caso de Laura Elizabeth Loomer, una activista política de extrema derecha y protagonista de falsas teorías de la conspiración, como —por ejemplo— el que los ataques del 11 de Septiembre en Nueva York fueron “producto de un trabajo interno”.
Loomer —quien recientemente había visitado a Trump en la Casa Blanca— escribió en la red social X que los despedidos no “eran leales a Trump… y fueron recomendados para su despido”, señalando que Haugh fue designado por Joe Biden y Noble “era una admiradora de Obama”. Agregó que “sus despidos son una bendición para el pueblo estadounidense” y termino diciendo “Gracias, presidente Trump, POR SU RECEPTIVIDAD A LOS MATERIALES DE VERIFICACIÓN DE ANTECEDENTES QUE SE LE PROPORCIONARON y gracias por despedir a estos dos remanentes de Biden”.
Así que el “Emperador” de la Casa Blanca no sólo aplica sus “brillantes” ideas de economía, sino que también se deja influenciar por —activistas— ajenos a su gabinete para administrar al país más poderoso del mundo.
Usted, ¿qué opina?
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