Ernestina Godoy, Omar García Harfuch y, sobre todo, Alejandro Gertz Manero tienen en sus manos la suerte de Claudia Sheinbaum en el “caso Mayo” que la enfrentará con Donald Trump. Sería una disputa compleja en cualquier momento, máxime a la espera de los aranceles.Godoy, nombrada por Claudia fiscal de la Ciudad de México cuando ella fue jefa de Gobierno, es ahora la Consejera Jurídica de la Presidencia.Omar García Harfuch es en quien la titular del Poder Ejecutivo ha depositado, mucho antes del triunfo de Trump en noviembre pasado, su política para recuperar el control territorial frente a los cárteles.A diferencia de las dos personas anteriores, con quienes Claudia tiene una cercana relación, Gertz Manero, fiscal general de la República, es una herencia forzada: su gestión concluye en 2028.Sin embargo, desde que inició el sexenio de Sheinbaum la presencia del fiscal en Palacio Nacional es frecuente, y si bien no eran para nada extraños, sí es de destacarse que Gertz se muestra solícito con ella.La carta de Ismael “El Mayo” Zambada dada a conocer el viernes, en la que el narcotraficante demanda que México solicite su repatriación y garantías de que no será condenado a la pena de muerte, pondrá a prueba la relación de la Presidenta con el fiscal.Vale la pena rememorar un antecedente. La prensa del 24 de mayo de 1990 destacaba a ocho columnas el siguiente titular: “Pide México a Washington la devolución de Machain”.En el caso de El Universal de aquel día, en el arranque de la nota se decía que México argumentaba una “abierta violación al derecho mexicano” e incluso al tratado de extradición.El Gobierno de Salinas anunciaba en esa fecha que solicitaría, además, la extradición de los agentes de Estados Unidos que sobornaron para que secuestraran al médico jalisciense, acusado de haber estado en la tortura y muerte del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena.Machain fue raptado un mes antes, a principios de abril, y entregado por secuestradores mexicanos a agentes de Estados Unidos en El Paso, Texas. “Todo indicaba que algunos policías querían imponer la agenda política”, se lamenta Carlos Salinas de Gortari en sus memorias.El gobierno de CSG, inmerso en la negociación del NAFTA, respondió de manera muy distinta a lo que se sabe que han hecho los gobiernos de Morena desde que, en julio del año pasado, Joaquín Guzmán López citara con engaños al Mayo y lo sometiera para llevarlo a Estados Unidos.Salinas recuerda en “México, un paso difícil hacia la modernidad” (Plaza & Janés 2000) que su cancillería presentó una nota formal de protesta ante el departamento de Estado e inició una batalla legal. Él mismo reclamó ese mes al vicepresidente Dan Quayle en Los Pinos.Tras el rapto del “Mayo”, es cierto que Gertz Manero desmontó algunas de las patrañas de Rubén Rocha y su entonces Fiscalía sobre esos hechos, y denunció a Guzmán López por “traición a la patria”. Pero ¿México explotó al máximo otras vías diplomáticas para, siguiendo lo dicho por la Presidenta el viernes, reclamar por un hecho violatorio de la ley, per se, no necesariamente a favor del “Mayo”?Lo que Gertz no haya hecho en meses para perseguir a los que cometieron este delito de alto impacto ahora lo tendrá que compensar en días: mañana martes es la fecha que puso la Presidenta para que el fiscal general de la República responda la petición del “Mayo”.Tendrá que ser una respuesta que explique los derechos de un inculpado, pero también habrá de despejar dudas sobre cómo ocurrió, en primer lugar, el rapto. Porque aunque Estados Unidos se haya negado a cooperar, el fiscal ha de reportar sus propios hallazgos.El fiscal debe dar a la Presidenta argumentos para responder la petición del “Mayo”. ¿En qué pesquisas se basará? ¿Qué rol dirá que tuvo Rubén Rocha? ¿Quién solicitó a su ex fiscala el montaje? ¿Tiene ya al chofer de Melesio Cuén? ¿Demandarán extraditar a Joaquín Jr?Gertz y Claudia van juntos en esta estrategia, en la que la consejera jurídica tendrá que opinar y desde luego también García Harfuch, que conoce a los cuerpos de seguridad de Estados Unidos y que sabe del riesgo de que la carta del “Mayo” agite (más) el avispero criminal.Parafraseando a Salinas, ojalá sea el fiscal el que norme esta agenda política bilateral y no un narco, y menos las complicidades de Morena.Mañana martes será un día que podría impactar desde la lucha anticrimen hasta la permanencia de Rocha en el Gobierno de Sinaloa, sin subestimar, desde luego, el daño a la soberanía mexicana si se sienta el precedente de que Estados Unidos puede secuestrar en México, directamente o no, a un presunto criminal. Se llame Álvarez Machain o “Mayo” Zambada.