La estructura socioeconómica en México es más compleja de lo que tradicionalmente se ha considerado. En lugar de una simple división en clases baja, media y alta, existen diversas categorías intermedias con características específicas que reflejan las condiciones de vida de los hogares. Factores como el nivel educativo, el acceso a vivienda, la movilidad y la disponibilidad de tecnología juegan un papel crucial en la determinación del estrato socioeconómico, afectando directamente las oportunidades y la calidad de vida de la población.Cada familia destina sus ingresos a necesidades básicas como alimentación, transporte, vivienda y educación, aunque la manera en que cubren estos gastos varía según los recursos disponibles. Con el fin de analizar esta diversidad con mayor precisión, la Agencia Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI) ha desarrollado un esquema que clasifica a la población en siete niveles socioeconómicos.Este segmento goza de un alto nivel de bienestar. El 78% de los padres cuenta con educación universitaria o de posgrado, el 72% de las viviendas dispone de al menos tres habitaciones y el 70% de los hogares posee dos automóviles. Además, el 99% tiene acceso a internet y el 32% cuenta con dos o más computadoras. Los hogares en esta categoría cuentan con estabilidad económica. El 69% de los jefes de familia ha cursado estudios de nivel medio superior o superior. El 53% de las viviendas tiene al menos tres habitaciones, y el 35% dispone de dos o más automóviles. El 98% tiene acceso a internet y el 13% cuenta con dos computadoras o más.En este nivel, el 79% de los jefes de familia tiene al menos educación secundaria. El 41% de las viviendas posee tres habitaciones o más, mientras que el 36% del gasto total se destina a la alimentación. Un 18% de los hogares cuenta con dos automóviles, el 92% tiene acceso a internet y el 6% dispone de dos computadoras.El 67% de los jefes de familia alcanzó la educación secundaria como máximo nivel de estudios. El 78% de las viviendas cuenta con solo una o dos habitaciones. Los gastos en alimentación representan el 38% y el 20% se destina al transporte. El 80% de los hogares tiene acceso a internet, aunque solo el 28% posee una computadora. El 76% de los jefes de hogar tiene educación hasta secundaria. En el 80% de los hogares hay solo dos habitaciones. El transporte representa el 18% del gasto, mientras que la alimentación consume el 42%. El acceso a internet disminuye al 57% y solo el 16% de los hogares tiene una computadora.El 55% de los jefes de familia solo tiene educación primaria. El 87% de los hogares cuenta con una o dos habitaciones, y el 46% del gasto total se destina a la alimentación. Solo el 17% de los hogares tiene internet y el 41% cuenta con una computadora.El 83% de los jefes de familia cuenta solo con educación básica. Siete de cada diez viviendas tienen solo una habitación y el 82% carece de baño completo. La alimentación representa el 52% del gasto familiar, mientras que la inversión en educación es apenas del 3%. Solo el 0.3% de los hogares tiene internet fijo y casi ninguno posee computadora.Este sistema de clasificación permite entender con mayor precisión la diversidad económica del país, facilitando el diseño de políticas públicas más efectivas para mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables. BB