Domingo, 23 de Febrero 2025
Jalisco | CRÓNICAS DEL ANTROPOCENO

La lucha por la permanencia: tortugas marinas

La UdeG ha desempeñado un papel clave en la conservación de las especies que anidan en Jalisco

Por: José Antonio Trejo

La UdeG contabiliza en sus campamentos 194 mil 232 nidos protegidos y casi nueve millones de crías liberadas al mar. CORTESÍA/Irma Arce

La UdeG contabiliza en sus campamentos 194 mil 232 nidos protegidos y casi nueve millones de crías liberadas al mar. CORTESÍA/Irma Arce

La permanencia de las especies no solo se trata de conservación por el bienestar humano, sino el bienestar de todo ser vivo con el mismo derecho que nosotros a existir.

La evolución de las tortugas inició en el período Triásico, hace aproximadamente 200 millones de años. Gracias a sus estrategias de reproducción, como poner una gran cantidad de huevos a lo largo de su vida, y su resistencia reconocida por las culturas humanas ante la agresión a su físico, este fósil viviente ha sobrevivido a través de la historia del planeta, prácticamente con las mismas condiciones anatómicas y fisiológicas que sus ancestros.

Se conoce que, histórica y tradicionalmente, los productos de la tortuga marina como su carne y huevos fueron utilizados como alimento, y mientras este uso perduró el equilibrio de las poblaciones se mantuvo estable; sin embargo, debido a la codicia y sobreexplotación a partir de los años sesenta ocasionó la declinación del número de organismos a nivel mundial, logrando colocarlas en pocas décadas en las listas de animales en peligro de extinción. A ello se suma el aspecto biológico de su lento crecimiento y el hecho de que presentan una madurez sexual tardía de más de 10 años, lo que que las ha obstaculizado para su recuperación poblacional.

En el mundo habitan siete especies de tortugas: solo una es endémica de Australia, la tortuga “kikila”, Natator depressus, mientras las otras anidan en playas mexicanas que son la “cabezona”, Caretta caretta; “lora”, Lepidochelys kempii;  “golfina”, Lepidochelys olivacea; “verde” o “prieta” Chelonia mydas; “laúd”, Dermochelys coriacea y  “carey”, Eretmochelys imbricata. Estas cuatro últimas anidan en las playas de Jalisco, aunque cabe mencionar que las tres últimas presentan mucho menor porcentaje de anidación, esto es alrededor del 0.1% de las anidaciones totales de tortugas que anidan cada temporada.

A partir de 1968 se han desarrollado actividades de protección a la tortuga marina en Jalisco, y desde 1985 la Universidad de Guadalajara se incluye en estas acciones para realizar labores generales de conservación. 

En la actualidad el Programa de Conservación de Tortugas Marinas CUCSUR-UDG lleva a cabo actividades prioritarias como son la Protección de las hembras y sus huevos, investigación biológica y ecológica en torno a este recurso, extensión, vinculación, educación ambiental y participación comunitaria. Estas actividades se realizan en los campamentos de Bahía de Navidad y áreas del municipio de Cihuatlán y La Huerta, pero históricamente ubicándose en el santuario Playón de Mismaloya, que es un Área Natural Protegida donde se encuentra el campamento tortuguero La Gloria, ubicado en el municipio de Tomatlán, Jalisco, México.

La participación de los voluntarios y agrupaciones comunitarias como los ejidos, cooperativas pesqueras y organizaciones sociales, así como las instituciones y Fuerzas Armadas estatales y federales, han sido de vital importancia para la permanencia de las acciones de protección, permitiéndo la colaboración mutua y logrando mejores resultados en casi 40 años.

Estos resultados se reflejan en los 194 mil 232 nidos protegidos y casi nueve millones de crías liberadas al mar, donde alrededor de 40% de estas cifras representan el trabajo de los últimos 6 años. Todo ello gracias a la integración cada año de más participantes, el apoyo de las autoridades tanto universitarias como estatales y federales, así como la concientización de la población respecto al problema de la extinción, no solo de la tortuga marina, sino también la problemática general de nuestros ecosistemas.

La fácil disponibilidad de estos quelonios marinos, así como su dócil carácter, hace a este organismo punta de lanza no solo para su protección sino también para el cuidado de sus ecosistemas.

Para saber

Crónicas del Antropoceno es un espacio para la reflexión sobre la época humana y sus consecuencias producido por el Museo de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara que incluye una columna y un podcast disponible en todas las plataformas digitales.

Sobre el autor

*José Antonio Trejo Robles es profesor investigador del Centro Universitario de la Costa Sur y responsable del campamento La Gloria, ambos de la Universidad de Guadalajara.

Tapatío

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones