La marcha del 8M avanza por las calles de Guadalajara con un mensaje claro: justicia, respeto y visibilización de la lucha de las mujeres. Aunque la movilización ha sido pacífica, el descontento se refleja en las consignas y las pintas que cubren algunas paredes y calles. Las voces resuenan con fuerza: "¡Esas feministas sí me representan!", gritan las manifestantes mientras levantan sus pancartas.La rabia y la exigencia de justicia se plasman en los grafitis, un recordatorio del hartazgo ante la violencia de género y la impunidad que sigue cobrando vidas. La marcha continúa su camino, convirtiendo las calles en un espacio de memoria y resistencia, donde la lucha por un futuro libre de violencia sigue latente.YC