Apenas una semana después de haber ganado la campaña electoral de manera abrumadora, y cuyo resultado les da a los republicanos el control del Ejecutivo, del Congreso y de la Corte, Donald Trump está armando rápidamente su gabinete con nominaciones muy controvertidas.Por ejemplo, designó a Robert F. Kennedy Jr. para el Departamento de Salud y Servicios Humanos, cuyo titular es conocido como un opositor a las vacunas y otras opiniones no científicas en materia de salud. No son las únicas nominaciones controvertidas. También presentó a los multimillonarios Elon Musk y Vivek Ramaswamy como codirectores de un departamento que revisará el presupuesto del Gobierno estadounidense y que anticipan hará recortes sustanciales al gasto y los empleos públicos.Todo esto preocupa en Estados Unidos, pero las preocupaciones se extienden prácticamente a todo el mundo, pues el inquilino de la Casa Blanca es al mismo tiempo el presidente de la potencia hegemónica mundial. México será uno de los países donde más consecuencias se anticipan, y, de acuerdo con especialistas en la política estadounidense, como el doctor Arturo Santacruz de la UdeG, en particular son tres áreas donde las políticas de la segunda presidencia de Trump podrían repercutir negativamente para nuestro país: 1) migración, 2) comercio y 3) seguridad.Como se sabe, Trump construyó su programa electoral a partir de un discurso antiinmigrante. Como parte de las primeras medidas al llegar a la presidencia en enero del próximo año, se espera que Trump dicte medidas antiinmigratorias de gran envergadura, lo que podría prever redadas masivas de inmigrantes sin documentos para deportarlos, en su mayoría a México. Trump ha dicho que podrían ser de 10 a 15 millones de deportaciones. Es imposible que cumpla con esta cifra, pero basta con que sean cientos de miles para crear serios problemas sociales en el país.El segundo campo de preocupación es el comercio, pues Trump ha amenazado que incluso en el primer día de su mandato podría decretar, mediante decretos ejecutivos que no pasan por el Congreso, aranceles a productos importados por Estados Unidos, especialmente vehículos automotores. Aranceles más altos pueden afectar seriamente la industria automotriz mexicana, que solamente en los primeros nueve meses de este año ha exportado dos millones de autos al país del norte. Además, está prevista la revisión del T-MEC para 2026. ¿Qué pasa si, en lugar de una revisión, Trump solicita una renegociación del mismo? ¿Cómo afectaría a la economía mexicana una solicitud así?El tercer campo de preocupación tiene que ver con la seguridad, por ejemplo, con la amenaza de que directamente el Gobierno de Estados Unidos intervenga para detener a capos de narcotráfico mexicanos o que cumpla con su amenaza de lanzar misiles o drones para, supuestamente, destruir narcolaboratorios o campos de heroína. ¿Cómo podría reaccionar el Gobierno de México ante medidas de este tipo?Son escenarios complejos y que, entrelazados, seguramente crearán problemas económicos, sociales y políticos para el país. Algunas de estas iniciativas de Trump parecen tan descabelladas que incluso en Estados Unidos no las ven probables o incluso las consideran contraproducentes. Es lo que piensa el economista Paul Krugman sobre la deportación masiva de inmigrantes o el aumento de aranceles. Pero nada podemos descartar con un tipo tan impredecible como Donald Trump. Los nubarrones trumpistas ya están en el horizonte; veremos cómo se capotean.