Pasar a mejor vida. Reestructuración laboral. Conflicto armado. Todos esos son eufemismos o expresiones que se usan para tratar de elevar la dignidad ante una situación como lo es la muerte, un despido masivo o una guerra.Y también hay eufemismos para ocultar realidades incómodas.De hecho, esa es una de las herramientas que más aprecian quienes se dedican a la política. Y si un candidato a la gubernatura prometió una Línea 5 del Tren Ligero, y ganó, al final se construirá una Línea 5 del Tren Ligero. Qué importa que no lo vaya a hacer.Quizá pienses que dedicarle tiempo al nombre de un nuevo sistema de transporte conducirá a un debate estéril, pero no. En el camino a la gubernatura, el candidato (y ahora gobernador) Pablo Lemus prometió que ahí iba a haber rieles y vagones. En cambio, el proyecto anunciado esta semana consta de camiones eléctricos.La tónica cambió, según el góber, porque la apuesta de la Presidenta Claudia Sheinbaum es la electromovilidad. Y si el Gobierno federal va a apoyar a Jalisco con una nueva línea de transporte antes de que inicie el Mundial de Futbol, será sólo de esa forma.Pero hay un pendiente. A la autoridad estatal le toca reconocer las expectativas frustradas para sus ciudadanos, pues mantener la narrativa de que este sistema es parte del Tren Ligero no sólo desinforma, sino que también pega a la confianza en las instituciones públicas. Y de esa queda muy poca.En seguimiento a este juego de los eufemismos, disfrazar como Línea 5 un sistema que eventualmente será Mi Macro Tren Ligero requiere una explicación más detallada. Una que aborde los beneficios, sí, pero también las limitaciones.Porque ese ambicioso proyecto que se prometió en un debate oficial tuvo un fin y sólo uno: levantar expectativa entre la ciudadanía y atraer la mayor cantidad de votos. Y lo logró. En un eufemismo más, ahí tenemos al nuevo inquilino de Casa Jalisco con su estilo alegre luchando a contracorriente para sacarle una sonrisita al Gobierno federal.Por supuesto que el Mundial de Futbol que se celebrará en 2026 es la oportunidad perfecta para sacarle jugo a la máxima autoridad del país. Si no hay interés en mejorar la imagen de México hacia el exterior cuando los ojos del mundo estén puestos en este evento, ¿cuándo?No dejamos de lado las ventajas de un modelo eléctrico y, por supuesto, el que a una ciudad como Guadalajara le cae bien lo que sea que le hagan para mejorar su movilidad. Lo que se critica es la insistencia de mantener el nombre porque más de algún malpensado seguro lo interpretará como un intento de preservar el capital político asociado a una promesa de alto impacto… o al nombre de quien antes prometió una Línea 4.En este momento, socializar que el sistema de transporte que conducirá del Aeropuerto al Estadio de las Chivas no es una Línea 5 es obligatorio. Es el mínimo respeto que merece la ciudadanía a la que le prometiste el Sol, la Luna y las estrellas… y un sistema que, en el largo plazo, tendría mucho menor costo operativo en comparación con los autobuses.
