A partir de hoy quedaron prohibidos en México los cigarrillos electrónicos, también conocidos como vapeadores.El viernes, la Presidenta Claudia Sheinbaum publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se adicionan un párrafo quinto al artículo 4 y un párrafo segundo al artículo 5, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de salud.Con la nueva medida, queda prohibido producir, comercializar y distribuir este tipo de productos.“Para garantizar el derecho de protección a la salud de las personas, la ley sancionará toda actividad relacionada con cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos análogos que señale la ley; así como la producción, distribución y enajenación de sustancias tóxicas, precursores químicos, el uso ilícito del fentanilo y demás drogas sintéticas no autorizadas”, dice la modificación. Mientras que el artículo 5 establece lo siguiente: “Queda prohibida la profesión, industria, comercio interior o exterior, trabajo o cualquiera otra de las actividades que refiere el párrafo quinto del artículo 4o. anterior”.Así, entra en vigor hoy, 18 de enero de 2025. En los transitorios indica que, a partir de la entrada en vigor de este Decreto, se derogan todas las disposiciones que se opongan al contenido, previstas en leyes secundarias, reglamentos, acuerdos y cualquier otro ordenamiento normativo de carácter administrativo. Mientras que el Congreso de la Unión, en un plazo de 180 días, contados a partir de la entrada en vigor de este Decreto, deberá armonizar el marco jurídico de las leyes en las materias con el contenido del presente Decreto.Además, las legislaturas de las Entidades federativas deben realizar las adecuaciones normativas necesarias para cumplir con lo previsto en el presente Decreto, dentro de los 365 días naturales siguientes a la publicación de este ordenamiento.El 2 de diciembre de 2024, con la mayoría calificada de 410 votos a favor, 24 en contra y cero abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó el dictamen que adiciona diversas disposiciones a los artículos 4 y 5 de la Constitución Política, en materia de protección a la salud.De esta manera, la ley sancionará toda actividad relacionada con cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos electrónicos análogos que señale la ley. Salomón Chertorivski, secretario de Salud federal entre 2011 y 2012 y titular del Consejo Asesor para la Política de Salud Pública de Jalisco, consideró que antes de proceder a la prohibición la Federación debió considerar su regulación, con el objetivo primordial de obligar a las empresas a declarar qué es lo que contienen al salir al mercado, ya que la prohibición sólo abonará a que se genere un mercado negro de estos productos, los cuales seguirán circulando sin especificar las sustancias que contienen.Esto puede llevar a la población a consumir lo que ha adquirido de manera clandestina, afectando su salud, al no existir información clara sobre las repercusiones que dichas sustancias tienen para su salud.“Se regula para que un agente regulador como es en este caso Cofepris informe lo que se está consumiendo, es decir si alguien va la tienda de conveniencia a comprar un vapeador, que sepas qué cantidad de nicotina tiene, qué aceite es el que están usando, cuánto plomo tiene, cuánto zinc. Para que sepa que alguien desde el Gobierno revisó el producto que va a comprar y que le diga qué es lo que estás consumiendo”, refirió.La regulación en materia de salud pública regula también el público al que pueden llegar los productos, es decir, limita quiénes no pueden consumirlo, siendo el caso específico los menores de edad. Aunque algunos fabricantes reportan que los vapeadores que se comercializan en las calles tienen tres sustancias, según la etiqueta de sus productos, la realidad es que tienen más de 30 sustancias no declaradas, que han sido identificadas por investigadores del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conacyt).Las etiquetas que contienen algunos de los productos (aquellos que sí las presentan) declaran tener glicerina, propilenglicol y saborizantes. Sin embargo, el estudio del Conacyt indica que los dispositivos en aerosol tienen al menos otras 30 sustancias no declaradas, mientras que aquellos que funcionan a base de líquidos podrían tener hasta 71 sustancias dañinas.Entre ellas se pueden encontrar, por ejemplo, el benceno, utilizado en la industria como solvente y para fabricar productos plásticos; el butirato de etilo usado en fragancias, limpiadores y superficies de inodoro; y el dimetil éter, usado como disolvente y en productos de limpieza.También se ha ubicado el xileno, un agente de limpieza y diluyente de pintura y barnices, así como el tolueno, utilizado para hacer pinturas, diluyentes de pinturas, esmalte de uñas o barnices.También pueden contener propionato de etilo, uno de los componentes que causa el mal olor del sudor; acetato de isoamilo, sustancia liberada en el aguijón de las abejas y que además sirve como estimulante; y se pudo identificar el alcohol bencílico, utilizado en muchos tipos de jabones, cremas y productos de limpieza, sin dejar de lado el linalol, usado como insecticida en moscas y cucarachas.Fabiola Macías Espinoza, académica de la Universidad de Guadalajara, explicó que otra de las sustancias más dañinas contenida en los vapeadores es el acetato de vitamina E, utilizado en productos cosméticos y dermatológicos, que se ha confirmado que produce un efecto directo en los pulmones, generando obstrucción en los alvéolos, las partes más pequeñas de los pulmones que permiten el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono en los seres humanos. CT
