El martes, Karoline Leavitt, de apenas 27 años de edad, hizo su presentación oficial como nueva secretaria de Prensa de la Casa Blanca, convirtiéndose en la persona más joven en ocupar ese cargo. Y hablando del tema de moda en Washington, llamó “criminales” a aquellas personas que han ingresado a Estados Unidos de manera ilegal y que hoy son buscadas “hasta por debajo de las piedras” para ser deportadas.“Si un individuo ingresa ilegalmente a Estados Unidos, por definición es un criminal. Por lo tanto, está sujeto a deportación. Los traficantes de drogas, violadores, asesinos… definitivamente esos deben ser prioridad para ICE, pero eso no significa que los criminales ilegales que ingresen a las fronteras de nuestra nación estén fuera de la mesa”.La etiqueta de “criminales” a los migrantes fue impuesta por Donald Trump y es algo que ha permanecido desde 2016. Y ese calificativo precisamente parte de las diferencias que hubo en los últimos días entre la administración estadounidense y el Gobierno colombiano, a propósito de la deportación de 201 personas, quienes recibieron el trato de “criminales” llevándolos encadenados de pies y manos. Desde la residencia oficial del Gobierno de Colombia —Casa de Nariño— se dijo oficialmente que “ninguno de los deportados tiene antecedentes penales ni órdenes de captura en Colombia o en Estados Unidos”.De acuerdo con la ley estadounidense, vivir en el país sin autorización o estatus legal no se considera una falta criminal, es un delito civil menor, como una falta administrativa.Habrá que decirle a la bisoña secretaria de prensa de la Casa Blanca que la aplicación de “criminal” es para quienes se les ha perseguido por crímenes, delitos o procurado cometer un crimen. Y para que tenga un referente más concreto, solo tiene que recordar que su “jefe”, el presidente Donald Trump, fue declarado culpable de todos los cargos en relación a la falsificación de registros relacionados con un pago de dinero por su silencio a Stormy Daniels durante su campaña presidencial del 2016. Y a pesar de que recibió libertad incondicional, por esa sencilla razón es considerado “criminal convicto”. Así que quienes buscan un mejor futuro ante la pobreza, violencia o persecución en sus países de origen hay que llamarles “migrantes con aspiraciones legítimas”, no criminales. “Criminal” es el que está sentado nuevamente, desde el pasado 20 de enero, en la Oficina Oval.Usted, ¿qué opina?