Miércoles, 12 de Febrero 2025

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Un poco más corruptos, pero más contentos

Por: Diego Petersen

Un poco más corruptos, pero más contentos

Un poco más corruptos, pero más contentos

La corrupción galopa a campo abierto. En el más reciente índice de Transparencia Internacional, realizado en 2024, México obtuvo una calificación de 26 sobre 100, la más baja desde el 2012. Sí, la sociedad mexicana percibía en 2024 una mayor corrupción que 12 años atrás y, sin embargo, eso no afectó electoralmente a Morena. Por el contrario, ganaron como nunca en tiempos de democracia.

Si vemos la evolución del índice de Transparencia, Peña Nieto, que entró al poder con mucha fuerza y legitimidad, logró en punto más alto en 2014, año en el que se vinieron en cascada los escándalos de la Casa Blanca, Odebrecht, la Estafa Maestra y la compra de agronitrogenados, entre otros escándalos, y el índice cayó de 35 puntos a 28 en sólo cuatro años. López Obrador ganó diciendo que el gran tema en México era combatir la corrupción. Repartió cinco veces lo que, según él, se había ahorrado por acabar con la corrupción y recuperó un poco el índice, que llegó a 31 puntos, y en el 2024 volvió a caer, ahora hasta 26. El gobierno de López Obrador desbarató el sistema anticorrupción, centralizó las compras y privilegió la asignación directa, dio contratos a sus cuates y sólo a sus cuates, cerró con la peor percepción de corrupción en 12 años y, con todo, arrasó en la elección.

La pregunta entonces es si realmente nos importa la corrupción a los mexicanos. La respuesta obvia y a bote pronto es: No. Al menos, no demasiado. De 35 a 26 la caída es importante, pero de todas formas estábamos reprobados. Dinamarca, nuestro competidor por el mejor sistema de salud del mundo, tiene 90 puntos en el índice de Transparencia Internacional. ¿Acaso tendrá esto algo que ver con la calidad de los servicios? A quién le importa.

Lo que mueve una elección es el humor social. López Obrador usó el tema de la corrupción en la campaña de 2018 para exacerbar el mal humor social existente, pero nunca combatió la corrupción. En el 2024 todos los escándalos de corrupción juntos, desde Segalmex hasta la red de complicidad de los amigos de sus hijos haciendo negocios, le hicieron lo que el viento a Juárez: no le desacomodaron un pelo.

La corrupción es un lastre para la economía nacional. Todo nos cuesta más a todos, es cierto. Pero en muchas ocasiones también es una oportunidad para la economía personal. En un país donde seis de cada 10 mayores de 15 años tienen un empleo informal, y donde, como demostró Santiago Levy, todos los incentivos para las Pymes están puestos para mantenerse en la semiformalidad, la corrupción se convierte en parte fundamental para el ejercicio cotidiano del trabajo: la mordida al inspector del Ayuntamiento, la mochada con el líder de los ambulantes, el favor para recibir un programa social, el arreglo por abajo del agua, son, literalmente, el pan de cada día.

Un poco más corruptos, pero más contentos. Esa parece ser la síntesis de los primeros años de morenismo.

diego.petersen@informador.com.mx

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones