En su toma de posesión -20 de enero pasado- Donald Trump infló la cifra cuando se refería a la crisis del fentanilo y el número de víctimas que hay en Estados Unidos: “Está matando 250 mil o 300 mil personas por año”. Falso. Pocos días después, Karoline Leavitt, la vocera de la Casa Blanca, se extralimitó aún más al señalar que la droga, “... mata a decenas de millones de estadounidenses”. Fuera de proporción. La realidad, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), hablan de un promedio de 122 mil muertes por sobredosis en el último período fiscal.Lo delicado del asunto en las exageraciones de Trump y sus colaboradores cercanos, es que el plan del mandatario estadounidense de imponer aranceles a todos los productos procedentes de México, Canadá y China, tiene como objetivo combatir el flujo ilícito del fentanilo que tiene una sobredemanda en su país. Y de acuerdo con la intención del inquilino de la Oficina Oval, será a partir del próximo lunes -3 de marzo- cuando empiece a implementarse la medida.Ayer, la presidenta Sheinbaum apeló al sentido común cuando se le abordó sobre el tema en la conferencia matutina. Lo que “Estamos planteando nosotros, es que se tiene que hacer una revisión de, ¿por donde entran los precursores? Y en todo caso, ¿Dónde se fabrica el fentanilo y las propias pastillas? A ver, yo me pregunto, ¿entra por Estados Unidos, los precursores? No sabemos. O sea, ¿por qué solo se dice que entra por México y Canadá?, ¿por qué no investigar si entra por Estados Unidos?”.Y sí, México que es la sede de los “terroristas” cárteles de la droga -y por ello la visibilidad y manera más sencilla de dirigir culpas-, pero los precursores pueden entrar por otro lado y el proceso de fabricación también puede realizarse en el territorio de los vecinos. Fue por ello que Sheinbaum se preguntó, “¿... cómo llega?”.El ofrecimiento de Palacio Nacional se escuchó lógico y sincero, “... porque nosotros vamos a ayudar a Estados Unidos por esta crisis humanitaria”, pero también le envió un mensaje a Trump, “¿Dónde está el gran consumo?... ¿Cómo se vende ilegalmente?... ¿Quién vende el fentanilo en Estados Unidos? ¿Cuáles son esos cárteles que venden el fentanilo en los Estados Unidos? ¿Dónde está el lavado de dinero de esos recursos?... Entre los tres países tenemos que hacer este análisis… pero cada quien en su país de manera coordinada”.Ahora bien, el sentido común, la lógica y la sinceridad -”que le escarbe allá”- ¿tendrá una respuesta cuerda por parte del “agresor verbal profesional” que hoy tiene a todo el mundo en vilo?¿Usted, qué opina?