Millones de personas buscan la manera de eliminar el sarro dental. No eres la única persona que enfrenta este problema causado por la acumulación de residuos alimenticios en los dientes. La placa bacteriana, de tono amarillento, suele formarse cerca de las encías y extenderse progresivamente por toda la dentadura. ¿De qué forma se puede combatir el sarro si consumimos alimentos ricos en azúcar, grasas o harinas refinadas? Y aún más difícil, ¿cómo hacerlo si a esto sumamos una higiene bucal inadecuada, el tabaquismo o el consumo frecuente de café y alcohol? De acuerdo con información de la revista Mejor con Salud, más allá de la apariencia, la acumulación de sarro afecta la salud bucodental, provocando inflamación en las encías, sangrado (gingivitis) y, en casos graves, desplazamiento y pérdida de dientes. La buena noticia es que existen soluciones naturales para reducir el sarro de manera efectiva.La acidez de las frutasUn método sencillo es incluir una manzana cruda en la dieta diaria. Preferiblemente roja y con cáscara, ya que las verdes pueden resultar más ácidas. Consumir esta fruta después de cada comida ayuda a mantener los dientes limpios y saludables. También se pueden optar por otras frutas como fresas y melón, que no solo eliminan el sarro, sino que fortalecen las encías y previenen el sangrado.Los cítricos, ricos en vitamina C, ofrecen una opción adicional. Además de su pulpa y jugo, su cáscara tiene propiedades beneficiosas. Se recomienda frotar la parte interna de la cáscara de naranja sobre los dientes, prestando especial atención a la línea de las encías. Luego, es importante enjuagar con agua tibia para evitar la erosión del esmalte debido a la acidez.Alimentos exfoliantesPara mantener una dentadura libre de sarro, también es útil consumir alimentos con propiedades exfoliantes. Un excelente ejemplo son las semillas de sésamo. Basta con masticar un puñado, desecharlas y luego proceder con el cepillado habitual para obtener un efecto de limpieza profunda.El azúcar es uno de los principales responsables de la formación de sarro y caries. Su consumo excesivo favorece la proliferación de bacterias y el deterioro del esmalte dental. Sin embargo, no es el único culpable: la harina también juega un papel negativo. Los almidones que contiene, al mezclarse con la saliva, generan ácidos que manchan y debilitan los dientes, haciéndolos más vulnerables a la placa bacteriana. Por ello, es recomendable reducir la ingesta de productos refinados y dulces para mantener una salud bucal óptima.Recuerda siempre, pero siempre, consultar primero la opinión de un especialista. *Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO