Martes, 25 de Febrero 2025

El renacer artístico de Demi Moore

Con la película “The Substance” la actriz logró recibir a los 62 años su primera nominación al Oscar a Mejor actriz

Por: EFE

Demi Moore, una actriz encasillada durante décadas en películas comerciales y asentada en el arquetipo de belleza de Hollywood, logró con “The Substance” dar con la fórmula para reactivar su carrera y llevarla a lo más alto con su primera nominación al Oscar.  La artista recibió a los 62 años esa primera nominación al Oscar a Mejor actriz, que se disputará con la española Karla Sofía Gascón (“Emilia Pérez”), la brasileña Fernanda Torres (“I’m still here”), su compatriota Mikey Madison (“Anora”) y la británica Cynthia Erivo (“Wicked”).  Una nominación por su papel en una película que reflexiona sobre la belleza tóxica de Hollywood a la que se ven sometidas las mujeres cuando dejan de verse jóvenes en pantalla.  Pocas actrices de la Meca del cine pueden sentirse tan reflejadas en esta historia como Moore: su dilatada trayectoria abarca éxitos taquilleros que pese a no haber recibido el aplauso de la Academia de Hollywood han servido de precedente para que sus compañeras se abrieran paso en una industria poco afable con ellas.  Tras “Ghost” (1990) o “Propuesta indecente” (1993), llegó “Striptease”, que convirtió a Moore en 1996 en la actriz mejor pagada de la historia del cine con 12.5 millones de dólares, y aunque con ello logró romper el techo de cristal, tuvo que soportar comentarios que denigraban su trabajo.  “¿Por qué, en ese momento, la elección fue derribarme?”, indicó en una entrevista a The New York Times el pasado septiembre.  Tras alzarse con el Globo de Oro a Mejor actriz el pasado 5 de enero, Moore habló de ese largo viaje que emprendió por más de 45 años para desquitarse de la etiqueta de (“actriz de películas comerciales”) que le colgó un productor en sus inicios.  Aquella expresión, grabada a fuego en su memoria, ató a la intérprete a mantener una eterna apariencia joven.  Y es que justo cuando Moore empezó a asimilar su ocaso en Hollywood, cayó en sus manos el guion de una historia atrevida, poco convencional y que hablaba tanto ella misma como de otras actrices condenadas a la eterna juventud que exige la industria. Un texto escrito por una mujer francesa, que también dirigiría el filme: Coralie Fargeat.  La actriz interpreta a “Elisabeth Sparkle”, una estrella que atraviesa una crisis de edad y que, tras perder su trabajo, se decide a tomar una sustancia que promete transformarla en una versión mejorada de sí misma.  En este trabajo, Moore reescribe los renglones en su vida profesional: logra el respaldo de la crítica y se perfila como favorita a lograr el Oscar. AP/ J. Strauss

Demi Moore, una actriz encasillada durante décadas en películas comerciales y asentada en el arquetipo de belleza de Hollywood, logró con “The Substance” dar con la fórmula para reactivar su carrera y llevarla a lo más alto con su primera nominación al Oscar. La artista recibió a los 62 años esa primera nominación al Oscar a Mejor actriz, que se disputará con la española Karla Sofía Gascón (“Emilia Pérez”), la brasileña Fernanda Torres (“I’m still here”), su compatriota Mikey Madison (“Anora”) y la británica Cynthia Erivo (“Wicked”). Una nominación por su papel en una película que reflexiona sobre la belleza tóxica de Hollywood a la que se ven sometidas las mujeres cuando dejan de verse jóvenes en pantalla. Pocas actrices de la Meca del cine pueden sentirse tan reflejadas en esta historia como Moore: su dilatada trayectoria abarca éxitos taquilleros que pese a no haber recibido el aplauso de la Academia de Hollywood han servido de precedente para que sus compañeras se abrieran paso en una industria poco afable con ellas. Tras “Ghost” (1990) o “Propuesta indecente” (1993), llegó “Striptease”, que convirtió a Moore en 1996 en la actriz mejor pagada de la historia del cine con 12.5 millones de dólares, y aunque con ello logró romper el techo de cristal, tuvo que soportar comentarios que denigraban su trabajo. “¿Por qué, en ese momento, la elección fue derribarme?”, indicó en una entrevista a The New York Times el pasado septiembre. Tras alzarse con el Globo de Oro a Mejor actriz el pasado 5 de enero, Moore habló de ese largo viaje que emprendió por más de 45 años para desquitarse de la etiqueta de (“actriz de películas comerciales”) que le colgó un productor en sus inicios. Aquella expresión, grabada a fuego en su memoria, ató a la intérprete a mantener una eterna apariencia joven. Y es que justo cuando Moore empezó a asimilar su ocaso en Hollywood, cayó en sus manos el guion de una historia atrevida, poco convencional y que hablaba tanto ella misma como de otras actrices condenadas a la eterna juventud que exige la industria. Un texto escrito por una mujer francesa, que también dirigiría el filme: Coralie Fargeat. La actriz interpreta a “Elisabeth Sparkle”, una estrella que atraviesa una crisis de edad y que, tras perder su trabajo, se decide a tomar una sustancia que promete transformarla en una versión mejorada de sí misma. En este trabajo, Moore reescribe los renglones en su vida profesional: logra el respaldo de la crítica y se perfila como favorita a lograr el Oscar. AP/ J. Strauss

Demi Moore, una actriz encasillada durante décadas en películas comerciales y asentada en el arquetipo de belleza de Hollywood, logró con “The Substance” dar con la fórmula para reactivar su carrera y llevarla a lo más alto con su primera nominación al Oscar.

La artista recibió a los 62 años esa primera nominación al Oscar a Mejor actriz, que se disputará con la española Karla Sofía Gascón (“Emilia Pérez”), la brasileña Fernanda Torres (“I’m still here”), su compatriota Mikey Madison (“Anora”) y la británica Cynthia Erivo (“Wicked”).

Una nominación por su papel en una película que reflexiona sobre la belleza tóxica de Hollywood a la que se ven sometidas las mujeres cuando dejan de verse jóvenes en pantalla.

Pocas actrices de la Meca del cine pueden sentirse tan reflejadas en esta historia como Moore: su dilatada trayectoria abarca éxitos taquilleros que pese a no haber recibido el aplauso de la Academia de Hollywood han servido de precedente para que sus compañeras se abrieran paso en una industria poco afable con ellas.

Tras “Ghost” (1990) o “Propuesta indecente” (1993), llegó “Striptease”, que convirtió a Moore en 1996 en la actriz mejor pagada de la historia del cine con 12.5 millones de dólares, y aunque con ello logró romper el techo de cristal, tuvo que soportar comentarios que denigraban su trabajo.

“¿Por qué, en ese momento, la elección fue derribarme?”, indicó en una entrevista a The New York Times el pasado septiembre.

Tras alzarse con el Globo de Oro a Mejor actriz el pasado 5 de enero, Moore habló de ese largo viaje que emprendió por más de 45 años para desquitarse de la etiqueta de (“actriz de películas comerciales”) que le colgó un productor en sus inicios.

Aquella expresión, grabada a fuego en su memoria, ató a la intérprete a mantener una eterna apariencia joven.

Y es que justo cuando Moore empezó a asimilar su ocaso en Hollywood, cayó en sus manos el guion de una historia atrevida, poco convencional y que hablaba tanto ella misma como de otras actrices condenadas a la eterna juventud que exige la industria. Un texto escrito por una mujer francesa, que también dirigiría el filme: Coralie Fargeat.

La actriz interpreta a “Elisabeth Sparkle”, una estrella que atraviesa una crisis de edad y que, tras perder su trabajo, se decide a tomar una sustancia que promete transformarla en una versión mejorada de sí misma.

En este trabajo, Moore reescribe los renglones en su vida profesional: logra el respaldo de la crítica y se perfila como favorita a lograr el Oscar.

CT

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