Hoy una de las empresas mexicanas más importantes en el ramo dulcero a nivel nacional y además orgullosamente jalisciense, va en busca de nuevas metas y objetivos en los que prevalece un fin que el empresario dulcero Enrique Michel considera muy justo: dar a los migrantes, el lugar, el respeto y el reconocimiento que les corresponde.Hoy llegó el día soñado y uno de los más importantes en su historia de grandes hazañas para Dulces de la Rosa, de lograr para Jalisco y para México romper una vez más otro récord: la realización del Mazapán más grande del mundo, precisamente en la zona conurbada de Los Ángeles, California.Previamente en 2018, Dulces de la Rosa consiguió el Récord Guinness que avaló el mazapán de más de ocho toneladas de peso en la Plaza de los Fundadores de Guadalajara y que en esa ocasión fue atestiguado y probado por 130 mil personas.Hoy, deciden batir su propio récord. Con un mayor grado de dificultad y en un escenario de condiciones diferentes, como el que representa Estados Unidos. Dulces de la Rosa, siempre busca los más grandes propósitos en familia, directivos, gerentes y trabajadores en todos los ramos y centros de producción, se prepararon arduamente para este proyecto y esa es quizá la mayor enseñanza que viene de sus padres y su fundador, Don Jesús Michel.El Mazapán Gigante que se prepara en Los Ángeles tiene un agregado adicional: la preservación de nuestra identidad.El Mazapán se ha convertido en mucho más que un ícono de la confitería nacional. También para muchos mexicanos que radican en Estados Unidos, representa un símbolo que se vincula con lo entrañable de su tierra, con el sabor de sus orígenes.Todo un equipo fue desplegado para crear la estructura y operación, mismo que pone su parte, su entusiasmo y su calidad técnica, para que Jalisco tenga en la vecina nación del Norte, un ejemplo palpable de que así somos todos los mexicanos.No hay duda: por grande que sea el reto, hoy habrá nuevo récord de Mazapán Gigante en California. Mazapán de la rosa CT