Proteger la salud cerebral es esencial, especialmente considerando que las enfermedades relacionadas con el cerebro son la principal causa de discapacidad, superando incluso al cáncer y las enfermedades cardiovasculares en su impacto, según el Instituto de Salud Cerebral y Neurorrehabilitación Guttmann Barcelona (España)."Existen numerosos factores sobre los cuales podemos intervenir para mejorar nuestra salud cerebral", señala Álvaro Pascual Leone, profesor de neurología en la Escuela Médica de la Universidad de Harvard. Entre los factores más conocidos se encuentran la nutrición, el ejercicio y el sueño, pero el experto también resalta la importancia de los factores ambientales, psicológicos y sociales. En cuanto a la nutrición, el cerebro necesita ciertas sustancias contenidas en los alimentos para la formación y regeneración del tejido cerebral, según el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de México. Una mala alimentación puede acelerar el envejecimiento y afectar los procesos de aprendizaje. Uno de los alimentos más recomendados para cuidar la salud cerebral son las legumbres, como garbanzos, frijoles, lentejas, soja, habas y guisantes, entre otras. Estos alimentos no solo aportan beneficios nutricionales, sino que también son económicos y fáciles de almacenar, según la Fundación Española de la Nutrición. De estas legumbres, los frijoles se destacan como una excelente opción para proteger la salud cerebral y mejorar el estado de ánimo. Este alimento es rico en carbohidratos complejos, vitaminas del complejo B, como tiamina, riboflavina, niacina, ácido fólico, y minerales como hierro, magnesio, potasio, zinc, calcio y fósforo, según un informe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México. Los frijoles cuentan con propiedades neuroprotectoras, antiinflamatorias y anticancerígenas, lo que los convierte en un alimento de gran impacto en la salud. Sus nutrientes protegen el cerebro, mejoran la memoria, y el magnesio que contienen es clave para el estado de ánimo. Además, sus vitaminas y ácidos Omega 3 ayudan a prevenir enfermedades neurodegenerativas, destaca Tim Spector, profesor de Epidemiología Genética en el Colegio del Rey (Londres). EE
