La dramaturga Camila Villegas lanzó su primera novela editada por Tusquest, se trata de “Lo demás es silencio”, una historia situada en el corazón de la sierra tarahumara. La novela habla sobre las decisiones erradas que toman los individuos y en colectividad. La autora expone el crimen y la desigualdad en el seno de una comunidad rarámuri, una vorágine de violencia que ha alcanzado a todo un país. A propósito, Camila dialoga con EL INFORMADOR sobre su primera novela.“Esto de que sea primera novela es como la emoción de la madre primeriza donde hay nervios y un poco de pánico escénico sobre cómo va a funcionar esto, pero sí es un momento que para mí como escritora es muy importante, porque llevo muchos años haciendo teatro, pero la novela era este género hasta cierto punto inalcanzable y ahora que se publica, estoy muy contenta”.La trama que desarrolla Camila tiene que ver también con su experiencia de vivir por dos años en la sierra tarahumara: “Pero creo que se conjugan dos cosas, en primer lugar, mi necesidad de escribir y esta experiencia que para mí fue importante, porque me dio el privilegio de poder ensayar otras miradas, que eso es muy difícil. Y un poco en la novela busco compartir la posibilidad de compartir otra forma de ver el mundo a partir de la cosmovisión de una cultura que es nuestra, pero que es muy diferente, la cual es la rarámuri”.A partir de lo que vivió Camila a nivel personal, en su trama le añade esa veracidad de palpar otra de las realidades de un México diverso. “Esta es una historia que está basada en muchas cosas y anécdotas reales, y sería imposible ubicar un texto en la sierra tarahumara sin la presencia de esa violencia, del narcotráfico y del crimen organizado, que en estos lugares es tan evidente, por eso hay esta presencia en la historia y los personajes se ven de alguna manera atravesados por esta violencia que amenaza y que está latente. Si bien (la trama) no se trata directamente del narco, está presente porque es inevitable, pero se ve desde la resistencia, de qué podemos hacer y cómo nos podemos construir a pesar de que estamos atravesados por estas violencias”.El personaje central que se llama “Lobo Montejo” llega a una comunidad pensando que es él a quien le toca enseñar, pero se da cuenta de todo lo contrario, “que ese bagaje y esas ideologías que viene arrastrando, hasta cierto punto le estorban y tiene que moverse para poder mirar desde el lugar del otro, el cual es toda la comunidad, quienes son personajes rarámuris como ‘Reyes’ y ‘Matiana’, así que ‘Lobo Montejo’ irá formando nuevos vínculos. Y esa es la propuesta, que adoptemos algo de este personaje en nosotros mismos”. Camila refiere que aunque el personaje de “Lobo Montejo” es el central porque está presente a lo largo de toda la historia, considera que como construcción de personaje, no es diferente a ninguno de los otros que aparecen en la trama. “En teatro no habría podido presentar personajes tan redondos con sus propias historias y objetivos, pero en la novela sí me fue posible. Yo tenía el deseo y el objetivo de que todos fueran relevantes e importantes, quería lograr personajes complejos, no sé si lo logro, pero esa es mi apuesta en la novela, la cual también me permitió hacer algo que no lo hubiera podido hacer en el teatro, explorar a nivel del lenguaje, donde construí una voz narrativa que de alguna forma lleve en su propia narración, el lugar, el espíritu y la cosmovisión de esos pueblos”.Además, el fuego también es un elemento importante en la construcción de las historias, el cual devora y consume, pero con el cual se construye y se hace comunidad, abrazando y arropando: “La metáfora con la que abre la novela, es un incendio que devora a la iglesia. El fuego tiene esta posibilidad de ser destructor, pero al mismo tiempo en regiones rurales el fuego es fundamental, es hasta cierto punto dador de vida”. Camila espera que el público conecte con su novela a través de la empatía y de mirar en los ojos de otro donde la labor comunitaria es esencial.La autora Camila Villegas es narradora, dramaturga, investigadora teatral y productora. Premio International Reading Festival de Columbia University (Nueva York) y del Certamen Conmemorativo del Bicentenario (Sogem-Conaculta). Sus obras de teatro que abordan temas sociales contemporáneos como la trata de mujeres, la violencia y la injusticia, han sido montadas en México, Canadá, Chile, Colombia, Estados Unidos y Portugal. Es cofundadora de la compañía Tepalcate Producciones y miembro de El Arce Colectivo Escénico. “Lo demás es silencio” es su primera novela.Norogachi, Chihuahua. Unas furiosas garras de fuego iluminan el cielo nocturno y abrazan la iglesia de “Nuestra Señora del Pilar”. Mientras el pueblo trajina inútilmente cubetas de agua para intentar apagar el incendio y todos se preguntan qué sucedió, en la montaña sólo se escuchan los aullidos del “Lobo Montejo”, un ex sacerdote que colgó los hábitos para formar una familia y vivir en comunidad. El incendio ha socavado el último reducto de paz y es la señal definitiva de que el mal pretende asentarse en todas partes. El embate del narcotráfico ha trastocado el orden natural en la sierra, pero cuando el “Lobo” decida ponerle remedio, desatará una furia insaciable… ¿Hasta dónde somos capaces de llegar para restaurar el bien?Novedades literarias para que disfrutes un verano lleno de historias que te llevarán a vivir momentos de misterio y reflexión.Eduardo Mendoza publica la que, desde Seix Barral, aseguran que es su mejor y más divertida obra hasta la fecha. 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