Viernes, 27 de Diciembre 2024
Cultura | La autora de El matrimonio de los peces rojos habla sobre su proceso de escritura

''Mis historias le pueden pasar a cualquiera'': Nettel

La autora de El matrimonio de los peces rojos habla sobre su proceso de escritura

Por: EL INFORMADOR

“No creo que existan razones concretas a nivel de género que hagan que un lector disfrute más de una novela que de un cuento”, Nettel. EL INFORMADOR /

“No creo que existan razones concretas a nivel de género que hagan que un lector disfrute más de una novela que de un cuento”, Nettel. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (23/AGO/2013).- Cinco narraciones intensas y de atmósfera delicada en las que la escritora mexicana Guadalupe Nettel propone un cruce de caminos entre el mundo animal y el universo humano. Aprovecha entonces para hablar de temas tan naturales como la ferocidad de la vida en pareja, la maternidad, las crisis existenciales de la adolescencia o los lazos inimaginables que pueden establecerse entre dos enamorados. Su mirada proyecta lo subterráneo y lo secreto de sus personajes, lo anómalo, lo inconfesable. Relatos en los que el lector se pregunta cómo y en qué momento se fraguan las decisiones más íntimas y soterradas, aquellas que, sin sospecharlo, marcarán de manera definitiva nuestra existencia.

–Guadalupe, ¿cuando te pones a escribir ya vas pensando en la extensión de la historia para convertirla en cuento o novela?

–Se pueden dar los dos casos: hay historias que definitivamente no pueden ser novela, y otras que tampoco pueden ser relato corto. La historia es la que exige su extensión, se pueden quizás variar un par de folios, pero no más. Y la cabeza del autor influye más en la parte de la anécdota que da origen a la historia, en la corrección, y en la estructura. Luego, la libertad de ser es muy latinoamericana, y tal vez, eso se transmita también a la hora de escribir más cuentos. Lo puedes ver en los relatos de García Márquez, realmente impresionantes.

–Si tuvieses que elegir, ¿qué género te aporta más?

–Me gustan los dos géneros, novela y cuento, pero quizás he practicado más el cuento porque cuando era muy joven empecé a asistir a talleres dedicados al tema. La novela es un género más solitario, mientras que el cuento se presta más a tallerearlo, hacerlo y criticarlo en grupo. En ese género aprendí el rigor del oficio literario. Me siento más cómoda con el cuento. También está el hecho de que puedes encontrar historias que no dan para una novela; para eso sería necesario que haya muchas vertientes y ramificaciones igual de atractivas para el lector que la historia principal (o casi), mientras que para un relato la anécdota tiene que ser más concisa, y olvidarse de esas ramificaciones.

–Finalistas al Premio Narrativa Breve Rivera del Duero como Cristina Peri Rossi, Ernesto Calabuig, Gustavo Nielsen, Ignacio Padilla, o Eloy Tizón, dicen mucho de la calidad de tu obra.

–Estoy muy feliz y realmente sorprendida por el premio. Ya simplemente haber estado entre los finalistas era maravilloso, así que haberlo ganado es aún mejor. Como trampolín a otros países europeos es una ventaja, pues ya resulta bastante difícil ser traducido a otros idiomas. Si con otros libros ya lo conseguí, será mucho más factible que ahora, al recibir el premio, esas editoriales se interesen de nuevo por El matrimonio de los peces rojos, y lo compren. Sobre todo teniendo en cuenta que el cuento es un género ya de por sí bastante de colocar en las editoriales. De ahí que sea tan loable el trabajo de editoriales como Páginas de Espuma, que apuestan por un género del que están plenamente convencidas, sin priorizar el beneficio económico.

–La animalidad de los seres humanos, ese sutil hilo que nos acerca y nos une. ¿Es más difícil personalizar animales que animalizar personas a la hora de hilvanar la historia?

–No sé si a todo el mundo le pasa, al menos a mí sí, que de pronto ves a un animal y descubres que su comportamiento se asemeja al de algunas personas que conoces. Muchas de nuestras obsesiones y compulsiones se pueden ver también en los animales. Así descubres comportamientos de la vida que siempre has considerado como humanos, pero que al verlos en animales, te das cuenta que quizá no lo son tanto.

–Temas como la crisis adolescente, la maternidad o la pareja son tratados en tus cuentos. ¿Cuál crees que es la mejor manera para enfrentar aquellas historias tremendas que son difíciles de aceptar?

–Me interesa sobre todo la empatía con el lector. Cuando escribo no saco de la manga, tiene mucho que ver con experiencias personales o que me han afectado mucho. Es algo de mis entrañas que está ahí, y creo que eso puede generar mucho contacto con el lector. Y esa precisamente es la magia más maravillosa de la literatura: que tengas una identificación muy grande con la historia que estás leyendo y con el autor. A mí me ha pasado: en momentos complicados de mi vida, de pronto llega un libro de alguien que pasó por algo parecido, y entonces me siento acompañada, comprendida, como si tuviese un amigo que me está contando toda su intimidad… Mi gran fantasía, mi mayor ilusión, que me gustaría hacer realidad, es que el lector de mis cuentos sienta eso también, que a nivel emocional y de experiencias yo pueda aportarle algo.

–Personajes cercanos que se descubren con inquietudes a veces extrañas o inconfesables. ¿A todos nos pasa, así es la vida quizás?

–Siento que mis historias le pueden pasar a cualquiera. En el fondo los seres humanos no somos tan distintos unos de otros, quizá en la forma pero no en el contenido. Cada quien tiene su historia, pero las emociones, el hecho de haberse sentido abandonado, resentido, enamorado, rechazado… es algo que si el autor lo afronta seguro que toca alguna fibra del lector. Por empatía. Para mí tocar esa fibra del lector es imprescindible, de hecho, como lectora, si no lo encuentro, dejo el libro a un lado.

–En los cuentos cada personaje tiene su voz propia, su recorrido, su personalidad aún más marcada si cabe…

–Dar una voz narrativa a cada personaje es algo realmente importante. El tono del narrador es una de las cosas más difíciles de conseguir. Sólo cuando lo tengo claro, me planteo sentarme a escribir.

Con información de Sinembargo.com

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Guadalupe Nettel actualmente escribe una novela sobre una pareja que vive un enamoramiento en sus inicios, pero contada desde la perspectiva de cada uno, hombre y mujer, en su contexto y visiones propias. “Es un libro con el que me estoy divirtiendo mucho, pues los dos personajes me parecen muy cómicos en toda su neurosis. Creo que el humor hoy día es básico”.


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