Acorde a la activista y presidenta de la organización Reinserta, Saskia Niño de Rivera, la justicia que caracteriza a México tiende a ser tardía e incierta. Es aquí, en este territorio, donde el espectáculo y la impunidad se sirven en un solo plato. Ya que en lugar de impartirse una justicia objetiva, el sistema gusta de presentar acciones ejemplares que silencien las críticas y amainen las embravecidas aguas del juicio público. Tal es el caso de Rodolfo “Fofo” Márquez, condenado recientemente a 17 años de prisión por intento de feminicidio. El asunto, enfatiza Rivera, no es la condena en sí misma. Sino lo que ocurre cuando un personaje de la esfera pública comete un delito. Pues al sistema judicial mexicano le gusta ir a los dos extremos: dejar impune a la persona, o convertirlo en un conveniente chivo expiatorio.¿Qué es lo alarmante de esto? No es la presunción de inocencia al que toda persona acusada tiene derecho. No. Eso ni siquiera está en duda, un delito de intento de feminicidio es gravísimo y deberá castigarse con todo el peso de la ley. El meollo es, ¿realmente el caso de “Fofo” entraría en esta categoría? Es una pregunta válida y congruente si consideramos los agravios y subsecuentes condenas de los agresores que han intentado asesinar a sus parejas —o, las han matado—. Que han violado, que han torturado, que han descuartizado, que han echado ácido a sus caras, que han cometido infanticidio, entre un desafortunado etcétera y, que además, además; han sido liberados tras cumplir con penas irrisorias o tras pagar fianzas miserables.Por si ha quedado del todo claro, Rivera reitera y enfatiza que nadie, nadie en su sano juicio justificaría los actos de violencia cometidos por Márquez. Sin embargo, señala la activista “lo que estamos viendo en su caso no es justicia, sino una condena desproporcionada que responde más a su fama que a un genuino intento de aplicar la ley de manera equitativa”.Rivera añade que la Organización Comunitaria por la Paz (OCUPA) lo explica con mucha mayor claridad: “si empezamos a llamar feminicidio a cosas que no lo son, terminamos debilitando las herramientas que protegen a las mujeres… En derecho penal la sentencia debe ser proporcional al daño causado; en el delito de lesiones se protege la integridad física y mental de las personas mientras que en el feminicidio se protege la vida. Además se tiene que probar la intención, para feminicidio no solamente hay que probar que intentó matar si no que fue por razones de género”.Para Rivera, es problema es que este, nuestro sistema judicial, rara vez —casi nunca—, imparte justicia de forma equitativa. Aunque ya esté condenado, Márquez está pagando por dos cuestiones: por el delito que cometió, así como por la indignación colectiva. Una rabia bien acumulada hacia agresores que deberían estar encerrados pero que continúan en libertad, andando campantes por la calle, como si no hubieran hecho nada horrible. “Cuando un juicio se vuelve mediático y se usa para calmar la indignación pública, refuerza un sistema que castiga con base en la presión social no en la justicia y quienes salen más afectadas son las mujeres”, expresa OCUPA.Saskia Niño de Rivera indica que lo que México requiere no son sentencias ejemplares a raíz de presiones mediáticas. ¿Qué va a decirle este sistema judicial a Margarita cuando hallen al feminicida de su hija después de ocho años prófugo? ¿Que Dios la ayude a perdonarlo porque este no es lo suficientemente popular y los recursos de la Fiscalía deben destinarse a casos mediáticos? Rivera dice que un sistema judicial debe funcionar con criterios clarísimos. Debe, ante todo, proteger a las víctimas sin distorsionar leyes sólo para apaciguar a la opinión pública. “Cuando el castigo se aplica de manera selectiva, cuando parece que algunos pagan más caro por su notoriedad y no por la gravedad real de sus actos, estamos ante una simulación de justicia. No es justicia que se castigue con dureza a uno mientras se deja en libertad a cientos de agresores más peligrosos”.“Si queremos justicia real, debemos exigir que el sistema opere con congruencia, no con la intención de hacer de ciertos personajes un espectáculo de castigo mientras la impunidad sigue siendo la norma para la mayoría de los agresores en este país” concluyó Rivera. *Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO