El reciente anuncio de posibles incrementos en aranceles por parte de Estados Unidos ha generado incertidumbre sobre sus efectos en la economía mexicana. Lourdes Maisterrena, académica de la Universidad Panamericana, advirtió que una guerra comercial afectaría no solo a Estados Unidos, sino también a México, encareciendo insumos y reduciendo la capacidad productiva del país."Si nosotros también decidimos poner aranceles a productos importados de Estados Unidos, automáticamente los precios y la inflación se empezarían a subir", señaló la académica. "Si nos mantenemos neutrales y sólo Estados Unidos decide imponer aranceles, el problema principal sería la capacidad productiva: la producción y el PIB se verían reducidos porque nuestras exportaciones disminuirían".Además de los efectos inflacionarios, una menor exportación impactaría directamente en el crecimiento económico del país. "Ya se estaba observando la desaceleración y hasta una posible caída en el Producto Interno Bruto", advirtió la académica.Ante este escenario, se planteó la necesidad de estrategias para mitigar el impacto. Una de las opciones fue fortalecer el mercado interno a través del consumo local. "Comprar productos nacionales podría ser una alternativa para reducir la dependencia de importaciones y apoyar a las empresas que pudieran verse afectadas", sugirió Maisterrena González. "Si el Gobierno ofreciera incentivos fiscales o algún tipo de apoyo a las empresas más vulnerables, podría ayudar a sostener la producción y el empleo".La postura del Gobierno mexicano aún está en análisis, y se espera que el próximo domingo la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, anuncie medidas "tanto arancelarias como no arancelarias" en la plaza pública del Zócalo Capitalino."Era un tema complejo, porque cualquier decisión tenía costos de oportunidad", mencionó la profesora de la Universidad Panamericana. "Una estrategia podría haber sido aplicar aranceles selectivos en sectores estratégicos que no perjudicaran tanto a la economía local, o bien, fortalecer las relaciones comerciales con empresas estadounidenses que también estuvieran siendo afectadas", consideró la académica, no sin antes puntualizar que será necesario observar de cerca cómo evoluciona la negociación.De acuerdo con el Colegio de Contadores Públicos de México "ya se están cobrando en las aduanas los primeros aranceles del 25% a las mercancías de México" a los productos anunciados con tal impuesto, que entraron en vigor el 01 de marzo, pero que no habían iniciado por supuestos problemas en los sistemas aduanales. El problema, consideró Héctor del Toro, académico de la Universidad de Guadalajara, es que esto no solo impactará a nivel Estados Unidos, sino también a nivel local.La incertidumbre generada por el aumento de aranceles impuesto por Estados Unidos ya está impactando los precios en México, advirtió el académico de la Universidad de Guadalajara, Héctor del Toro. El encarecimiento de productos esenciales y los retos para los productores nacionales son algunas de las principales preocupaciones en el panorama económico actual."Lo que hemos empezado a detectar es que productos de carácter agrícola, como leguminosas, algunas frutas, verduras y cereales, están aumentando de precio simplemente por las condiciones arancelarias", explicó del Toro. A esto, dijo, se suman otros factores internos, como el incremento en las tarifas de peaje, lo que encarece la distribución de mercancías y, en última instancia, golpea el bolsillo de los consumidores.El especialista subrayó que, si bien se ha discutido ampliamente el impacto de los aranceles en la economía estadounidense, los efectos en México también son significativos. "Estados Unidos está imponiendo estos aranceles con un enfoque proteccionista para su economía, pero eso genera desajustes tanto para México como para Canadá. Esta guerra comercial pone en riesgo el T-MEC y podría derivar en mayores dificultades económicas, con un alza en los precios y una mayor inflación en las naciones involucradas", advirtió.Uno de los sectores más afectados es el agropecuario, particularmente en estados como Jalisco, donde la producción de huevo enfrenta problemas derivados de la gripe aviar. "Muchos productores destinan su producción a la exportación, y esto genera desabasto en el mercado interno, lo que a su vez incrementa los precios", señaló.Sobre la posibilidad de que el Gobierno implemente medidas para contrarrestar los efectos de estos aranceles, del Toro sugirió que lo más viable es fomentar el consumo de productos locales. "Lo más rentable sería que los mexicanos tuviéramos la facilidad de poner de nuestra parte y utilizar los productos nacionales. Así, evitamos depender de importaciones gravadas y mitigamos el impacto de los aranceles en nuestra economía".En este contexto, el académico recomendó a la población comparar precios y priorizar el consumo de bienes locales. "Hay que hacer un sondeo cotidiano para encontrar mejores precios y evitar un desajuste en la economía familiar".Finalmente, en respuesta a los anuncios del gobierno sobre la presentación de nuevas medidas arancelarias, del Toro consideró que una estrategia de imposición de aranceles en respuesta a los de Estados Unidos podría ser contraproducente. "Poner aranceles sobre aranceles solo generaría un desajuste económico mayor. En este escenario, México debería fortalecer la confianza del consumidor en sus propios productos y explorar nuevas alianzas comerciales con otras regiones, como la Unión Europea y Asia, para diversificar sus fuentes de importación y evitar una dependencia excesiva de Estados Unidos", concluyó. NA
