Martes, 01 de Abril 2025

¿Quién es Tere? La estudiante que conmovió a Ricardo Villanueva

La Universidad de Guadalajara cambió la vida de miles de jóvenes y esa es su mayor satisfacción

Por: El Informador

Agradeció reiteradamente a “la manada”, pues aseguró que ésta nunca lo dejó solo. ESPECIAL

Agradeció reiteradamente a “la manada”, pues aseguró que ésta nunca lo dejó solo. ESPECIAL

Para Ricardo Villanueva, los seis años al frente de la Universidad de Guadalajara (UdeG) se resumen en una carta que le escribió Teresa, estudiante de la Licenciatura en Trabajo Social. Con tinta azul y una letra ilegible desde el sillón contiguo, quien dio su último informe ayer desdobló las dos hojas y las sentó sobre la mesa. Sonrío al mirarlas —parecía recordar cada palabra—, al tiempo que luchaba contra el llanto. Sus ojos enrojecieron. Su voz, entrecortada.

El aumento en la matrícula, la construcción de más espacios y una reforma que garantiza un fondo perenne de pensiones los engloba Tere en su carta. “En ella veo lo que pueden ser 51 mil seres humanos más en las aulas”. Ella será la primera integrante de su familia en tener un título universitario. “Esa niña que creció vendiendo en el Centro de Guadalajara, esa joven tianguista que se convirtió en universitaria, hoy puede soñar con ser rectora”, le escribió a Villanueva.

En una síntesis de su rectorado, trajo a la memoria los momentos difíciles. El mayor de ellos: la muerte de Raúl Padilla. “La pérdida de un guía, de alguien cercano y de un gran universitario”. Después vino el conflicto con el Gobierno estatal anterior. Las manifestaciones y la falta de acuerdos son también un recuerdo amargo.

Pero ahora, tras seis años, va la Subsecretaría de Educación Superior del Gobierno federal. Se acomoda los lentes y se rasca la barba. Mira al techo, como buscando respuestas y, lo tiene claro, porque enlista sus prioridades: ampliar la matrícula y mejorar el sistema de pensiones en las universidades públicas. “La autonomía hay que defenderla con finanzas sanas, pensiones sanas, con responsabilidad”.

Con la reforma al régimen de pensiones de la UdeG se garantizó la viabilidad financiera de la institución. Y según sus proyecciones, al menos 25 universidades del país tendrán complicaciones financieras en los próximos siete años. Lo aprendido en la UdeG lo replicará a nivel nacional.

Recalcó, una vez más, que no será gobernador. “Soy alguien sumamente autocrítico y, por responsabilidad, se requiere otro tipo de personalidad para esos puestos. Se necesita una temperamento que reconozco que no tengo”.

— ¿Con qué mensaje le gustaría despedirse de la Rectoría?

— Lo más importante es decirle a la comunidad que estuvimos a la altura de las circunstancias que nos tocó vivir, que no fueron menores. Llegamos con la dignidad intacta, a pesar de todo lo que vivimos. Y estuvimos a la altura de una comunidad que estuvo a la altura, desde una pandemia hasta un conflicto terrible que vivimos (con la administración estatal pasada).

— ¿Cuál es su legado?

— El crecimiento de la matrícula. Tener 51 mil jóvenes más en las aulas que hace seis años no es un simple dato. Eso, al tiempo, son cientos de miles de personas… porque cada cinco años van a ser 51 mil jóvenes que van a poder entrar. ¿Qué hay detrás de eso? Cuatro centros universitarios, seis preparatorias. Construimos más de 500 aulas en seis años. El de más impacto, porque eso cambia millones de vidas en años, es el crecimiento de la matrícula. Si a eso le sumamos que todo eso se hizo con pura inflación, creo que el logro todavía es mayor.

El segundo es cambiar la lógica de cómo se administra y ejerce el poder. Hacerlo más cercano, con la comunidad, quitar protocolos. Yo tengo una hipótesis en la vida: si realmente el poder se puede ejercer con convencimiento y no con sometimiento. Ese es otro legado que dejamos: una nueva forma de gobernar la Universidad, de enfrentar los problemas, de decirnos las cosas. Ese cambio de actitud me parece que es cultural… y los cambios culturales son más profundos que construir fierros y ladrillos.

— ¿Cuál es el mejor momento que se lleva?

— Fueron tantos. Hoy te podría que el mejor es una carta que me entregaron hace una semana, una alumna, Tere. Su historia, lo difícil que para ella fue estudiar. Cómo a partir de discursos míos cambió su visión de vida. Esto refleja una persona de las 51 mil (que ingresaron en su rectorado). Con una vida que cambies, ya valió la pena todo. En ella, ver reflejado todos los seres humanos por los que esta Universidad trabaja. Este momento resume todo, porque todo el trabajo que se hace al final es para ellos.

Ella creció en un tianguis al lado de la Biblioteca Pública en el Centro, eso le permitía tener acceso a libros… y será la primera profesionista de su casa. Desde la dificultad a veces es difícil ser visible, pero ella ha visto que con estos cambios en la Universidad y su contacto con ésta, cree que puede ser rectora.

— ¿Cuál es el momento más complicado?

— La muerte del ex rector Raúl Padilla. Fue una mezcla de una pérdida humana, de alguien tan cercano y de un gran universitario. Sin duda, cuando me entero fue el momento más difícil. El segundo fueron las reuniones difíciles en Casa Jalisco en las que no podíamos llegar a un acuerdo. El estrés y todo lo que significó el conflicto alrededor: un acoso hasta personal. Ir a mi casa a llevarme manifestantes, una cosa sumamente incómoda para cualquier ser humano.

CT

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