La Catedral de Guadalajara, cuyo nombre verdadero es la Catedral Basílica de la Asunción de María Santísima, es, sin duda, uno de los monumentos más importantes -si no el más- en Jalisco. Da identidad al Centro Histórico, da forma al imaginario de la ciudad, da distintivo a Jalisco en México y el resto del mundo, y con cuatro siglos de existencia, es una de las pocas sobrevivientes de la Guadalajara que fue, de aquella metrópoli que ya no existe.Guadalajara no es ni por asomo aquella capital en medio del valle cuando fue fundada el 14 de febrero de 1542. Lo que es cierto es que Guadalajara se edificó en torno a este recinto religioso, corazón de la capital.La primera sede de la Catedral se inició en 1541, en lo que hoy es el templo de Santa María de Gracia. El rey Felipe II de España mandó a construir la actual Catedral en 1561, y Fray Pedro, segundo obispo de Nueva Galicia, colocó y bendijo la primera piedra. La Catedral fue finalizada en el año de 1618 -tras 57 años- y consagrada el 12 de Octubre de 1716. Su construcción estuvo a cargo del Alarife (arquitecto) Martín Casillas. La arquitectura de la Catedral incorpora elementos propios de templos griegos y romanos, además de influencias góticas, barrocas, moriscas y neoclásicas, mientras que su interior es característico en México por su estilo gótico. Las primeras torres que tuvo la Catedral cayeron en 1818 luego de un fuerte sismo. Fueron sustituidas para volver a caer tras otro movimiento telúrico en 1849. Las que hoy en día siguen en pie con su forma característica de alcatraz al revés, son obra del arquitecto Manuel Gómez Ibarra, las cuales inició en 1850, y finalizó en 1854. Una de las torres es más grande que la otra; midiendo 65.91 y 65.55 metros, respectivamente, y sus azulejos provienen de Sayula y su laguna seca sacudida por las tolvaneras. Entre sus leyendas, destaca aquella que indica que la Catedral conecta con los antiguos túneles de Guadalajara, y que bajo esta corría un río. También es famoso el cuerpo incorrupto de la niña Santa Inocencia, la cual fue asesinada por su padre cuando ella pretendía realizar su primera comunión.Junto con el crecimiento de la ciudad se quitaron calles, edificios, monumentos; entre otras cosas, se entubó para siempre el río San Juan de Dios. Pero uno de los cambios más significativos que vivió el Centro Histórico de la ciudad fue la creación de la Cruz de Plazas, obra de Ignacio Díaz Morales, la cual arrasó con manzanas, fincas antiguas, cines, cuadras y calles, para dar paso a la Plaza de Armas, la Plaza de la Liberación, la Plaza Guadalajara, la Rotonda de los Hombres Ilustres, y la Plaza Tapatía. Visto desde el cielo, se forma "una cruz", cuyo centro y corazón es la Catedral de Guadalajara. Con información de INAH y Gobierno de Jalisco* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *MB