Recientemente, la mirada internacional ha estado fija en la emergencia sanitaria a raíz del descubrimiento de una nueva cepa del virus de Mpox, el cual ha estado causando estragos en diversos lugares a lo largo del mundo. La situación es especialmente preocupante en países como África, ya que en lo que va del año se han registrado alrededor de 15 mil casos de viruela del mono y más de 400 muertes a causa de esta. Después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la haya catalogado como una emergencia de salud pública global, los expertos han comenzado a preguntarse sobre las razones por las que surgió el rebrote en el continente africano. Especialistas dieron a conocer al diario español La Razón, que la causa de los nuevos contagios sucedió gracias a la falta de herramientas sanitarias para controlar los contagios de la enfermedad. A pesar de que hace un par de años, en 2022, las autoridades de salud se concentraron en esparcir de manera eficaz pruebas, vacunas y tratamiento para los enfermos, lamentablemente se trató de una ayuda que se enfocó en países como Estados Unidos y unos cuantos más pertenecientes a Europa. El medio aseguró que la ayuda no alcanzó a llegar al continente africano por falta de apoyo financiero y porque las campañas de prevención, tratamiento e inmunización no consideraron el contexto de la región. Por desgracia, estamos repitiendo un escenario que ya se había visto en los últimos años, pues apenas en mayo de 2023 la OMS había levantado la alerta sanitaria por el virus del mpox. Sin embargo, en esta ocasión África ha sido el país más perjudicado por la enfermedad y es la segunda vez en tres años que se declara una emergencia sanitaria por el virus de la viruela símica. CM
