Jueves, 26 de Diciembre 2024

Casi uno de cada 10 niños son sometidos al trabajo en el mundo, alerta la OIT

En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la agencia especializada de la ONU insta a luchar mediante "el antídoto de un trabajo decente para los adultos"

Por: Ana Laura Mitidieri

La meta es garantizar que todas las niñas y los niños puedan ir a la escuela, no a trabajar. ESPECIAL/Unsplash

La meta es garantizar que todas las niñas y los niños puedan ir a la escuela, no a trabajar. ESPECIAL/Unsplash

Por primera vez en 20 años, el trabajo infantil va en aumento y 160 millones de niños, es decir casi uno de cada 10, están sometidos a explotación laboral en el mundo, alertó el lunes la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

"Lo que es peor, la mitad de ellos, 80 millones, están en las formas más peligrosas del trabajo infantil. Ese es el trabajo con una amenaza real a su salud física y mental", agregó un comunicado de la OIT.

En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la agencia especializada de las Naciones Unidas señaló que "para que haya justicia social para todos" debemos acabar con esta forma de explotación de las niñas y los niños, quienes deberían estar estudiando y no trabajando.

El director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo, hizo hincapié en el lema de la campaña de este año contra el trabajo infantil, que apunta a la "Justicia social para todos". 

"Me preocupa profundamente que el número de niños en situación de trabajo infantil haya aumentado a 160 millones en todo el mundo. Las soluciones más efectivas son el trabajo decente para adultos y la protección social, para garantizar que todos los niños puedan ir a la escuela, no a trabajar", indicó Houngbo a través de su cuenta de Twitter.

"Lo que sucede con el trabajo infantil es todo lo contrario de la justicia social", añadió en su comunicado la OIT. "El trabajo infantil rara vez sucede porque los padres sean malos o no les importe. No, en lugar de ello, surge de una falta de justicia social", precisó la entidad.

El antídoto

La OIT manifestó además que "el antídoto contra el trabajo infantil causado por la pobreza es trabajo decente para los adultos para que puedan mantener a sus familias y enviar a sus hijos a la escuela, y no a trabajar".

Y puntualizó que eso significa: "poner fin al trabajo forzoso, crear lugares de trabajo seguros y saludables, y dejar que los trabajadores se organicen y expresen sus necesidades".

En un evento paralelo durante la 111° Conferencia Internacional del Trabajo, el debate se centraba el lunes precisamente en ese vínculo entre el aumento de la justicia social y la eliminación del trabajo infantil. Y también en el papel fundamental de la protección social de los empleados y sus familias para lograr ese objetivo.

"Debemos intensificar nuestra lucha (...) mediante el apoyo a una mayor justicia social. Si lo hacemos, el final del trabajo infantil no solo es posible, sino que está al alcance", concluyó la OIT en su comunicado.

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