Un documento judicial presentado el viernes 7 de febrero estableció que el Departamento de Justicia acordó no identificar públicamente a ningún agente del FBI cuya conducta esté bajo revisión mientras el gobierno de Trump examina las investigaciones sobre el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos. Este ataque fue organizado por una turba de partidarios del presidente estadounidense. Para detener la recopilación y la posible difusión de los nombres de los agentes, los abogados del FBI presentaron dos demandas judiciales. El riesgo de la divulgación de estos datos al Departamento de Justicia es que la administración Trump podría proceder a despidos masivos en contra de los agentes que investigaron sobre el asalto del 6 de febrero. A través de sus abogados, los agentes del FBI pidieron a la jueza federal de distrito, Jia Cobb, que emita una orden que prohíba temporalmente, al menos, sus identificaciones públicas por el gobierno federal. Esta demanda proviene del miedo que los agentes tienen por sus seguridades si se revelan sus identidades. La audiencia sobre la solicitud de los abogados comenzó el jueves y estaba previsto que se reanudará el viernes, pero el gobierno, a través de sus abogados, pidió a la jueza que la cancelara y que, en su lugar, aprobará su acuerdo.En el documento judicial del viernes, el Departamento de Justicia indicó que el gobierno no hará pública la lista de agentes, ni "directa ni indirectamente", antes de que el juez decida sobre los méritos de las demandas. Se pidió a miles de empleados del FBI que trabajaron en los casos del 6 de enero que respondieran cuestionarios detallados. En respuesta a la solicitud, el FBI proporcionó al Departamento de Justicia detalles sobre varios miles de empleados.Inicialmente, la agencia identificó a los agentes por su número de empleado y no por su nombre. Pero en el documento judicial del viernes se indica que el FBI posteriormente entregó un registro en el que aparecen los números junto con los nombres correspondientes.El jueves, los abogados del Departamento de Justicia y los agentes del FBI pasaron varias horas dentro y fuera del tribunal de Cobb, pero no lograron llegar a un acuerdo antes del final del día.El Departamento de Justicia estableció el martes como fecha límite para que el FBI proporcionara una lista de todos los agentes del FBI, actuales y anteriores, que trabajaron en investigaciones penales relacionadas con los hechos del 6 de enero para que los funcionarios pudieran determinar si deberían ser disciplinados. Es probable que esos agentes del FBI sean amenazados y acosados si se exponen públicamente sus identidades, argumentaron sus abogados.Los abogados de los agentes del FBI dijeron que les causaría un daño irreparable si se liberan sus nombres.Señalaron que ya se han difundido en las redes sociales los nombres de empleados de otras agencias federales, convirtiéndolos en objetivos de acoso en línea."El riesgo para estos agentes es horrendo", dijo el abogado de los demandantes, Norman Eisen.En un documento judicial, los abogados del gobierno argumentaron que la solicitud de los demandantes de una orden de restricción temporal "se basa completamente en especulaciones"."Los demandantes no pueden señalar nada que sugiera que el Gobierno tiene la intención de hacer pública la lista en este caso", escribieron. “Por el contrario, el Departamento y la administración del FBI han enfatizado repetidamente que el propósito de la lista es llevar a cabo una revisión interna, no exponer al insulto o al ridículo público a agentes especiales dedicados”.En un memorando emitido el miércoles, el fiscal general adjunto interino, Emil Bove, dijo que los agentes "que simplemente siguieron órdenes y cumplieron sus deberes de manera ética" mientras investigaban el ataque al Capitolio no corren el riesgo de ser despedidos. Pero en el memorando tampoco se ofrecen garantías para ningún agente que se haya "comportado con intención corrupta o partidista".TS