La “subsidencia” es un fenómeno que consiste en el hundimiento progresivo de la superficie de un terreno. En áreas como Pensilvania y otros lugares de Estados Unidos, se presenta mucho debido a la gran cantidad de minas antiguas abandonadas. Esto representa un riesgo para la población, tanto para las viviendas como para los negocios. Existen muchas historias que ejemplifican de manera perfecta los peligros que esta situación representa. Uno de ellos es el caso de Elizabeth Pollard, una mujer de 64 años que desapareció en el condado de Westmoreland, al sureste de Pittsburgh, al momento en el que estaba buscando a un gato perdido y se abrió un socavón en el suelo. El agujero apareció a unos 6 metros de donde había estacionado su coche, en una zona ubicada sobre una antigua mina de carbón. La nieta de Pollard, la cual se encontraba con ella durante el suceso, fue encontrada sana y salva dentro del coche horas después, mientras que la mujer aún sigue desaparecida. La subsidencia ha causado miles de millones de dólares en daños en áreas de Estados Unidos donde alguna vez se operaron minas. En Pensilvania, donde la minería moderna data de finales del siglo XVIII, se extrajo carbón en casi la mitad de los 67 condados del estado y hay al menos 5 mil minas subterráneas abandonadas, lo cual representa un riesgo que puede surgir en cualquier momento, aseguran las autoridades.La mina Marguerite, que las autoridades creen que resultó en el socavón, fue operada por última vez en 1952 por la compañía H.C. Frick Coke Co., según el Departamento de Protección Ambiental del estado. La veta de carbón en el área se encuentra a unos 6 metros bajo la superficie.La Oficina de Reclamación de Minas Abandonadas del estado examinará la escena cuando concluya la búsqueda para ver si el socavón fue realmente causado por subsidencia, dijo el vocero Neil Shader. Hay hasta 500 mil minas abandonadas en Estados Unidos, cifra que supera las que aún están activas, según la Administración Federal de Seguridad y Salud en Minas.En muchos casos, sus propietarios simplemente abandonaron las minas de carbón o metales preciosos cuando la operación dejó de ser rentable y se declararon en bancarrota, dejando riesgos de seguridad y costosas operaciones para limpiar la contaminación que las dependencias estatales se ven obligadas a sufragar.Las minas antiguas presentan innumerables riesgos, con 381 personas muertas y 152 heridas en sitios de minas abandonadas en todo el país entre 2000 y 2013, según la Oficina de Administración de Tierras del Departamento del Interior.Las víctimas pueden caer en pozos ocultos, perderse en túneles subterráneos o perecer por gases venenosos presentes en muchas minas de carbón antiguas. Los tiros de las minas pueden extenderse decenas de metros bajo la superficie y a menudo no están marcados.Las agencias estatales y federales han sellado muchas minas antiguas. Pero cada año se descubren más, y los funcionarios aún no han realizado análisis de riesgo básicos en la mayoría de las minas abandonadas en tierras federales.Además de los riesgos de seguridad, millones de litros de agua cargados con arsénico, plomo y otros metales tóxicos fluyen diariamente desde sitios de minas contaminadas sin ser tratados.CM