El desmantelamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) por parte del Gobierno del presidente Donald Trump afectó a varias empresas estadounidenses con cientos de millones de dólares en facturas pendientes de pago por trabajos que ya se han realizado, según una demanda.La repentina congelación de la ayuda exterior por parte de la administración también hizo que proveedores y contratistas de la USAID en Estados Unidos despidan a gran parte de su personal, como la empresa Chemonics International, con sede en Washington, que rescindió los contratos de 750 empleados, según la demanda. Una organización que representa a 170 pequeñas empresas estadounidenses, importantes proveedores, un grupo judío estadounidense que ayuda a personas desplazadas en el extranjero, la Asociación Americana de Abogados y otras organizaciones se unieron a la impugnación judicial.La demanda fue presentada en el Tribunal Federal de Distrito en Washington contra el presidente Donald Trump, el secretario de Estado Marco Rubio, el administrador interino adjunto de la USAID Peter Marocco y Russell Vought, jefe de la Oficina de Administración. CT