Por donde se le vea, es una buena noticia que en la propuesta de reforma al Poder Judicial de Jalisco no figuren las tómbolas que tanto han degradado el proceso para reformar el Poder Judicial Federal.Para asegurar que lleguen los mejores profesionales como juzgadores y no se condene a tener una primera elección inútil para acabar con los vicios que se pretendían erradicar, en la propuesta local se contemplan exámenes, rigurosos comités de selección y la presentación de la prueba 3 de 3, entre otros requisitos y procedimientos.Al igual que el Poder Judicial de la Federación, o quizá en mayor grado, es urgente hacer también una reforma al Poder Judicial de Jalisco para limpiarlo y mejorarlo desde fuera. Los altos índices de corrupción, de nepotismo, de sumisión al Poder Ejecutivo estatal y de ineficiencia que lo tienen entre los peor evaluados del País, cancelaron toda posibilidad de que este proceso de regeneración pudiera darse desde dentro.Eso se intentó por años con la creación del Consejo de la Judicatura, pero lejos de cumplir su tarea de sancionar las malas prácticas de jueces y supervisar su trabajo, se convirtió en un espacio más de tráfico de influencias, de expedientes judiciales al mejor postor y para ejercer presión sobre juzgadores a fin de que resolvieran de manera facciosa en casos de interés político, o en los que se disputan fuertes sumas de dinero. En estos últimos asuntos, se empezó a ver en los últimos años, incluso, una clara injerencia del crimen organizado.Por ello, a pesar de los pesares por todas las improvisaciones, las imposiciones y lo accidentado que ha sido el proceso federal de la reforma al Poder Judicial, cuyo primer momento culminante será la jornada para votar por los juzgadores en junio próximo, éste abrió la posibilidad de hacer algo para rescatar desde fuera el Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco (STJ).Sin duda, es alentador que el gobernador Pablo Lemus haya hecho suya la propuesta de reforma que fue entregada ayer en el Congreso del Estado, y que bajo la coordinación del experimentado político y funcionario, Arturo Zamora, trabajaron organizaciones ciudadanas, colegios de abogados y universidades a través de distintos foros con el objetivo de restaurar el Estado de Derecho, a través de la transparencia y la rendición de cuentas.Estamos, pues, como comunidad, ante una oportunidad que se había buscado durante mucho tiempo y que no habrá que desperdiciar.Si bien las y los diputados locales tienen la última palabra, habrá que acompañar desde la sociedad civil a quienes elaboraron esta propuesta, en el “seguimiento riguroso a cada etapa del proceso legislativo” que prometen hacer para garantizar que prevalezca la “discusión técnica” y abierta, para que aquí la partidocracia y sus intereses no frustren una verdadera renovación del Poder Judicial de Jalisco.
