La principal incógnita de la sucesión papal, en el sentido de si habría continuidad o un cambio de rumbo en el trabajo que en la Iglesia Católica había marcado el Papa Francisco, se despejó ayer con el consenso de que con la elección de Robert Francis Prevost, lo sustituye uno de los suyos, quien en su primer mensaje honró el trabajo de su antecesor, llamó a la paz del mundo, pero también a la unidad en una Iglesia Católica dividida.La narrativa desde la fe es que, con la ayuda del espíritu santo, los 133 cardenales eligieron al hombre adecuado para el momento histórico que vive la Iglesia Católica hacia dentro y hacia afuera. Si hacemos una lectura más mundana, es claro que las reuniones previas de los cardenales en las congregaciones generales que tuvieron durante los funerales del Papa Francisco ayudaron para llegar a un consenso mayoritario apenas en la cuarta votación, sin agotar la segunda jornada del Cónclave dentro de la Capilla Sixtina. Fue notorio que en esas reuniones previas no hubo el suficiente eco a las voces del sector cardenalicio más conservador que planteaba la necesidad de volver a la visión eurocentrista de la Iglesia y regresar a un italiano o europeo el liderazgo de El Vaticano. Eso no sucedió, y la mayoría de los purpurados se inclinaron por seguir la ruta del jesuita Jorge Mario Bergoglio, ahora con el agustino Prevost, por su trabajo misionero en Perú. Tras elegir el nombre de León XIV para su papado, se convertirá así en el primer Pontífice estadounidense, y el segundo de América, y también de Sudamérica, si tomamos en cuenta que se nacionalizó peruano cuando lo nombraron obispo de Chiclayo, en septiembre de 2015.También podríamos decir que el Papa Francisco hizo lo suyo para ponerlo en el camino a sucederlo al darle primero esa misión en Perú (que ayer recordó en su discurso inaugural al agradecer en español a esa, su “querida” diócesis peruana, país en el que fue también nombrado administrador apostólico de la diócesis de Callao), sumarlo luego a las Congregaciones para el Clero y para los Obispos, y lo más importante, cuando hace poco más de dos años, en enero de 2023, lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos, para que buscara desde ahí sacerdotes misioneros como él, para elevarlos al rango de purpurados. Un año después, Francisco lo envistió de cardenal.Por su visión pastoral cercana al pueblo, propia de un agustino, los cardenales veían al obispo de Chicago como el cardenal menos gringo, y por eso no dudaron en apoyarlo pese al riesgo de las controvertidas lecturas que se podían dar por los eventuales desplantes del presidente Donald Trump.Así, Prevost, que como líder de los agustinos en el Mundo visitó Jalisco en el 2010, tuvo una muy buena recepción dentro y fuera del mundo católico por su perfil mediador, su experiencia administrativa en la curia y su vocación pastoral a favor de los más pobres que lo inspiró a autonombrase León XIV en reconocimiento al legado de su antecesor León XIII, padre de la doctrina social cristiana.