La elección del nuevo Papa de la Iglesia Católica ha sido una sorpresa. Una revelación inesperada –como siempre–, frente a los pronósticos de lo vaticanólogos. Robert Francis Prevost Martínez, quien eligió el nombre León XIV, se convierte en el sucesor de Francisco y anticipa un largo papado, pues a sus 69 años de edad, fue uno de los cardenales más jóvenes en el Cónclave. Su sola presencia anticipa una serie de conceptos que empezaron a dibujarse en su discurso inicial, su saludo en italiano como obispo de Roma, y sorpresivamente en español, su segunda lengua y el idioma en el que ha trabajado durante la mayor parte de su trayectoria eclesiástica, especialmente en Perú.Comencemos por la información que alude a las coincidencias históricas, las circunstancias que engrosarán este nuevo capítulo en la historia de la Iglesia. Enseguida, avancemos a los conceptos de fondo, la línea ideológica que, seguramente, marcará la presencia del segundo Papa americano en la historia de la Iglesia.Robert Francis Prevost es el primer estadounidense en convertirse en sucesor de Pedro, el primer norteamericano que alcanza la condición de representante de Jesucristo en el mundo. Pero al mismo tiempo, podemos afirmar que es el segundo Papa latinoamericano. Sí, antes de convertirse en Papa, Prevost Martínez tramitó la nacionalidad peruana; lo hizo por cuenta propia en el año 2015, después de una vida eclesiástica trabajando en zonas urbanas de una pequeña ciudad costera de este país sudamericano.Es posible también, considerar que el nuevo Papa es un migrante. En sus apellidos se identifican sus orígenes franceses y españoles. En su nacimiento en Chicago, Illinois, en 1955, puede leerse la búsqueda emprendida por sus padres para hallar más oportunidades.En los dos rasgos anteriores hallamos sus fuertes nexos con el fallecido Francisco, Jorge Mario Bergoglio. Migrantes ambos, surgidos de la Iglesia profunda, de la que trabaja todos los días con las comunidades que están lejos de las élites y con un decidido sello latinoamericano.¿Por qué León?Hay coincidencias entre Robert Francis Prevost, hoy León XIV, y el último Pontífice que utilizó este nombre, León XIII, quien encabezó el papado entre 1878 y 1903.El nombre León hace referencia inmediata a la fuerza, al liderazgo, quizá a la determinación de enfrentar. Pero eso no está en el ánimo y el ideario de León XIII y ahora, de León XIV, quien ha sido siempre conocido por su carácter afable y su personalidad reposada y humilde.León XIII, igual que León XIV, fue electo en el segundo día del cónclave. Primera coincidencia.Ambos llegan al cargo siendo relativamente jóvenes. El anterior, León XIII (de nombre Vincenzo Gioacchino Raffaele Luigi Pecci) tuvo uno de los papados más largos de la historia: 25 años. El nuevo, León XIV, dada su edad (69 años), bien podría estar iniciando una gestión de al menos dos décadas al frente de la Iglesia Católica.Dos de las líneas que más profundizó León XIII, autor de la famosa encíclica “Rerum Novarum”, fue la defensa de los trabajadores y los obreros, de los más pobres, además de su misión pacificadora en una Europa que cerró el siglo XIX en medio de conflictos militares y que se apresuraba a ir a las dos guerras mundiales del siglo XX.León XIV se anuncia a sí mismo como un Papa que abogará por los más pobres, los habitantes “de las periferias” de la sociedad, como lo aseguró siempre el Papa Francisco. Y es también un Papa que desde ahora aboga por la paz, porque asume en un momento de conflicto y agitaciones.A León XIV, el primer Pontífice estadounidense y el segundo latinoamericano, le corresponderá encabezar la Iglesia Católica en el paréntesis en que Estados Unidos, su país natal, se enfrenta por la hegemonía mundial con China y mientras Donald Trump destruye los acuerdos que se hicieron con Europa, sus aliados asiáticos y americanos, durante el último medio siglo.Será también un Papa que deberá posicionarse ante la crisis humanitaria y militar en la Franja de Gaza; quien deberá establecer postura en la invasión rusa en Ucrania y quien seguro mediará en el conflicto persistente entre India (la nación más poblada del mundo) y Pakistán, que renuevan sus conflictos y el riesgo de otra crisis nuclear.Y en términos ideológicos dentro de la Iglesia, definitivamente León XIV dará continuidad a la ruta marcada por Francisco en el sentido que sea considerado “progresista”. Mantendrá la atención en corregir y castigar los abusos sexuales que tanto daño han hecho a la Iglesia; profundizará en la atención a la búsqueda de más espacios para las mujeres en la toma de decisiones; establecerá o mantendrá las posiciones doctrinales frente a los reclamos de minorías como los divorciados o los grupos de diversidad sexual. Y, definitivamente, será apelado para abordar temas relacionados con las prácticas sexuales y el celibato clerical.Muy importante será también el seguimiento que el nuevo Papa León XIV dé a los temas relacionados con el medio ambiente y la degradación del planeta por la explotación no sustentable de los recursos.El nuevo Papa es, sin duda, un mestizo, como la mayoría de los latinoamericanos y la primera minoría de los habitantes de Estados Unidos.Y en el lema de obispo “In Illo uno unum”, que se puede traducir como “en la Iglesia todos somos uno”, se advierte su decisión a convocar a la unidad. Atestiguamos un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia y, con ella, de la humanidad.