Apenas hace unos días, en un diálogo con Cynthia Cantero Pacheco, la secretaria de Planeación y Participación Ciudadana del Gobierno de Jalisco, mientras anunciaba el mecanismo de los foros y consultas para elaborar el Plan Estatal de Desarrollo y Gobernanza de Jalisco, se refirió a las posibles distorsiones en los planes de Gobierno. En el sexenio pasado el evento que torció todas las previsiones fue, sin duda, la pandemia de COVID-19. Al día de hoy, ya tenemos los aranceles impuestos por Donald Trump.La comparación parece desproporcionada. La pandemia de COVID paralizó al planeta, desestabilizó a las economías más débiles, exigió a los gobernantes sus mejores habilidades y exhibió claramente a los más ignorantes y populistas… curiosamente, en Estados Unidos el presidente era el mismo que hoy, Donald Trump. Y ya se sabe cómo fueron las cosas, empezando por su sugerencia: inyectarse desinfectante.Tampoco hay que sorprenderse mucho, porque en nuestro país tuvimos al presidente Andrés Manuel López Obrador con su rechazo al cubrebocas (se contagió dos veces de COVID, pero contó con el acceso a la mejor atención médica posible) y la imposición permanente de un individuo como Hugo López-Gatell en la dirección de la estrategia contra la pandemia. Pero esa es agua pasada.Donald Trump, en su segundo mandato, es la nueva pandemia.Acaba de imponerle aranceles a México, a pesar de los 10 mil efectivos de la Guardia Nacional en la frontera; a pesar de que la migración de indocumentados pasó de cuatro mil a 300 por día. Los aranceles avanzaron a pesar de que le enviaron a Estados Unidos en un “traslado” (figura metafórica para no decir entrega) a 29 líderes del crimen organizado, y también pese a que se explicó con lujo de detalles y cifras en decimales que la aplicación de estos impuestos especiales afectarán tanto a Estados Unidos como a México.En un tema tan complejo y repleto de variantes como lo es la relación económica entre los dos países, hay varios elementos que permiten rastrear las consecuencias que alterarán en los meses o años por venir la situación económica de los jaliscienses y de los mexicanos.El primero y más indicativo es la reducción de las remesas. El dinero que envían los mexicanos que radican en Estados Unidos se redujo en enero de este año y eso no había sucedido. Lo que mandaron los migrantes fue menor en 1.9% en comparación con enero del año 2024.Otro indicador: se crearon menos empleos en enero de 2025 en comparación con el mismo mes del año pasado. ¡El porcentaje fue menor en 23.7 por ciento!La Presidenta del país, Claudia Sheinbaum, reflexionaba ayer por la mañana que debía mantenerse “cabeza fría, serenidad y paciencia”. Reiteró que su Gobierno tiene “plan a, plan b, plan c y plan d”.Hace dos semanas, el Banco de México se anticipó a reducir la perspectiva de crecimiento de la economía mexicana y la estableció en 0.6% y como sus integrantes de la junta de gobierno no son políticos que busquen votos, anunciaron también que incluso puede no haber crecimiento económico. A eso le llaman recesión.Definitivamente, si no hay pandemia, está Donald Trump y las medidas extraordinarias no aparecen en un plan de desarrollo.Llegaron muy pronto las distorsiones que impactan el ejercicio de Gobierno.
