A 17 días de que termine su administración, y como lo anunció desde el redondel del palenque de las Fiestas de Octubre hace dos semanas que rindió ahí su sexto y último informe, el gobernador Enrique Alfaro presentó ayer un paquete de reformas con las que, según él, quiere que Jalisco inicie el camino legal para abandonar el Pacto Fiscal con la Federación y “blindar” en la Constitución local el sistema de salud y el de educación, por si el gobierno federal quiere “desmantelarlos”.Como lo comenté aquí luego del “palencazo”, que fue todo menos el informe en el que dejaba la administración estatal, Alfaro pretende dictar agenda tanto a la Legislatura local que inició este mes, como a su sucesor Pablo Lemus. Por eso, podríamos llamar a este conjunto de iniciativas de última hora, el “Plan F” de Alfaro, con el que, al estilo Andrés Manuel López Obrador y su “Plan C”, quiere dejarle andadas las turbulencias políticas al futuro gobernador de Jalisco, con el Congreso local y federal, y con la Presidenta Claudia Sheinbaum.Desde luego, habrá que esperar para ver si Lemus asume como suyas estas banderas, como lo hizo la Presidenta con la controversial reforma al Poder Judicial y la consecuente secuela de la supremacía constitucional, para que no se pudiera combatir desde la Corte, y que le provocó toda una serie de sobresaltos e iniciar su sexenio a la sombra del caudillo.Aunque luego del anuncio de Alfaro, el pasado 6 de noviembre, de su pretensión de que Jalisco salga del pacto fiscal para parar “en seco” el maltrato presupuestal de la Federación, el gobernador electo se desmarcó al expresar que no era momento de tomar una decisión así, y que buscaría llevar una relación cordial con el gobierno federal, ayer pareció acercarse a esa línea al señalar que en el Presupuesto de Egresos 2025 diseñado por el equipo de Sheinbaum, no hay un trato justo a Jalisco, al no aparecer fondos etiquetados para los proyectos estratégicos de la entidad.Así, aunque Lemus no acompañó físicamente al gobernador y a las y los legisladores emecistas locales y federales en la presentación de este paquete de reformas ante el Congreso, sí queda en la disyuntiva de mantenerse en su postura original de buscar un diálogo con la Federación en busca de una mayor equidad fiscal, que ciertamente se debe debatir, o tomar la estrategia de la confrontación con la Presidencia de la República, como hizo Alfaro desde su fase de gobernador electo con AMLO, y que tan malos dividendos trajo a Jalisco.El margen de maniobra que tiene Lemus es que a diferencia de López Obrador, el gobernador saliente no tiene más la mayoría calificada que lograba con la bancada mayoritaria emecista y aliados, con la que seguramente hubiera dictado que su “Plan F” se aprobara antes de su partida, por la ruta del “fast-track” que siempre utilizó hasta el mes pasado que el Congreso dejó de ser la oficialía de partes del Ejecutivo estatal.jbarrera4r@gmail.com