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La “fantasma”
La “fantasma”
Desde uno de los balcones del Palacio de Gobierno de San Luis Potosí se asomó una mujer aparentemente semidesnuda. Frente al recinto gubernamental había una manifestación de profesores y alguien, que estaba grabando a los docentes, apuntó la cámara hacia la fachada del recinto; cuando vieron el video, notaron que también habían filmado a una chica en el edificio.
De cabello negro y suelto, la mujer se asoma por el gran ventanal del segundo piso; puede verse la silueta femenina con lo que parece un camisón blanco y, un instante después, se retira. Las imágenes son poco nítidas y no se aprecia bien la vestimenta, pero cuando pasa tras el ventanal -dando la espalda a la calle y caminando al interior del inmueble- luce como si estuviera desnuda.
Es indiscutible que se ve una mujer en el video. Salvo que trataran de utilizar la “salida fácil” diciendo fue editado con inteligencia artificial, no hay forma de negarlo. Pero, ¿quién era? La respuesta del gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, se volvió viral como el propio video: el mandatario este sugirió que podría tratarse de un fantasma y hasta organizó un tour paranormal por el edificio.
“No me gusta decir de creer en fantasmas, ¿verdad?, pero pues es un salón que está solo”, dijo el mandatario estatal, antes de invitar a los reporteros a conocer el sitio.
“Estamos sorprendidos porque aparece una mujer con una túnica blanca. La verdad que no te podría decir si creo o no creo en fantasmas, está muy raro porque, efectivamente, a esa hora había un curso, nadie vio a ninguna mujer ni entrar ni salir del salón. Es casi imposible que eso sucediera, pero sucedió”.
La narrativa evolucionó: pasó de ser una mujer semidesnuda a un fantasma. Y para alimentar esa versión, el gobernador invitó a un grupo de periodistas a visitar el salón. Obvio, justo por la noche. Durante el tour insistió en que era un espacio totalmente cerrado, sin muebles, abandonado y que nunca se utiliza. Y para reforzar la explicación de que era un espíritu errante, entre risas, habló de exorcizar el sitio.
La identidad de la mujer seguramente quedará en el anonimato y para el anecdotario, como un recordatorio de que estamos en un gran Big Brother, donde siempre hay ojos observando. Siempre. Desde las cámaras de vigilancia hasta el lente de algún celular pueden ser grandes testigos indiscretos.
Crear historias de misterio, montajes y supersticiones pueden alimentar el imaginario colectivo… Y en el ámbito público no se está exento de quienes creen y recurren a talismanes, rituales y hasta limpias. Pero la explicación de una fantasma penando en el Palacio de Gobierno resulta épica.
En plena era de la tecnología, además de todos los problemas que vivimos en el ámbito público, ahora tenemos que fletarnos los argumentos fantasmagóricos tratando de explicar la presencia de mujeres semidesnudas deambulando en las oficinas de mandatarios y que huyen de las cámaras cuando se ven descubiertas.
Pareciera una broma más del circo en que se ha ido convirtiendo la política en nuestro pobre país.
Instagram: vania.dedios
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