Como se esperaba, la inauguración el sábado de la edición número 37 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la FIL, como la conocemos propios y extraños, en la Expo Guadalajara fue un espacio de evocación de su creador e impulsor Raúl Padilla López, a quien ayer se le hizo un sentido homenaje como evento principal del segundo día de actividades.Desde su sorpresiva muerte el primer fin de semana de abril pasado, además de saber si se mantendría la cohesión del Grupo UdeG, que con su liderazgo controló esa casa de estudios por más de tres décadas, surgió casi aparejada la incógnita de qué pasaría con la FIL, sin duda, su mayor legado para la Universidad, la ciudad, el país y el mundo.Y es que consolidar y ver crecer cuantitativa y cualitativamente la FIL hasta convertirla en la más importante del libro en español y la segunda más grande del mundo, hacía que los días de Feria fueran los que más esperaba y disfrutaba cada año.La FIL le dio a Raúl grandes satisfacciones y reconocimientos internacionales, pero también le generó críticas. Le abría las puertas de las casas de Gobierno de los países invitados cada año, le permitió también codearse con la intelectualidad nacional e internacional y los premios Nobel de los últimos años. En cambio, sus detractores dentro y fuera de la UdeG le cuestionaban esa “feria faraónica” que contrastaba con las múltiples carencias en los cupos y en las instalaciones universitarias. Por diferencias políticas añejas y recientes, el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Enrique Alfaro fueron sus férreos críticos por el manejo que hacía de la FIL. El primero señalaba que se usaba como foro para “los neoliberales” y el segundo lo llamó “mafioso disfrazado de promotor cultural”, luego que rompieron su alianza política en el 2021. En la última FIL que le tocó a Raúl el año pasado, el partido Movimiento Ciudadano en Jalisco, en el punto más álgido del conflicto entre el Gobierno estatal y la UdeG, convocó a una marcha “Por una FIL libre de Padilla” justo el día de la inauguración el año pasado, que por cierto no avaló ni su dirigente nacional, Dante Delgado, ni su ahora precandidato a la gubernatura, Pablo Lemus. El fin de semana, además, ya desfiló su precandidato presidencial único, Samuel García.Pasó ya también ayer y repetirá hoy la candidata del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, confirmando que la potente tribuna de la FIL convoca a las figuras de la cultura y la intelectualidad, pero también se convirtió en un espacio para el debate político-electoral.Más allá de filias y fobias, es indiscutible que la FIL que construyó Padilla es un activo muy importante para la ciudad y para el país que la Universidad, los gobiernos, el mundo editorial y la comunidad debemos cuidar.El rector de la UdeG, Ricardo Villanueva, decidió dejar vacante la presidencia de la FIL que solo había ocupado Padilla López. Esta edición ya la había dejado enrutada su fundador y el experimentado equipo operador que dirige Marisol Schulz lo ha ejecutado a la perfección.El reto será mantener a la FIL como la primera y la labor de quien la presida será hacerla evolucionar ya sin los secretos ni la guía de su fundador, Raúl Padilla López.
