Hay una técnica de negociación oculta. No sé si tiene nombre, pero más de alguno la reconocerá. Se las explico.Imaginen que Recursos Humanos de una empresa hipotética debe recortar a dos los días de asueto para Navidad cuando siempre se han concedido cuatro.Entonces, echando mano de una medida exagerada, anuncia que habrá un solo día de descanso –no dos–, y recibe de inmediato los reclamos airados de los empleados.Tras horas de tensión laboral, comunica que, tras acordar con la Dirección, habrá un día extra de asueto para que, en vez de uno, gocen de dos (justo los planteados originalmente). Y todos felices.Los trabajadores creen que ganaron un día, pero en realidad les recortaron dos.El recorte presupuestal a la UNAM y a la educación superior en la propuesta de gasto federal 2025, y que terminó en “un lamentable error”, según rectificó la Secretaría de Hacienda, me hizo pensar en una equivocación voluntaria similar al caso hipotético que planteo.El viernes la Federación presentó su proyecto de gasto 2025 con un recorte de 10.2 mil millones de pesos (mdp) a la educación superior, de los cuales 5.3 mil mdp, más de la mitad, correspondían a la UNAM.Esto significaba pasar de un presupuesto de 50.4 mil mdp este año a 45.5 mil mdp para el próximo (10.6% menos).De inmediato la Máxima Casa de Estudios del país reprochó el recorte porque impactaría a 110 mil estudiantes vulnerables apoyados con algún tipo de beca.Hacienda informó, siete horas después de la bomba mediática, que se trató de “un lamentable error”, y solicitó a los diputados un aumento presupuestal del 3.5% correspondiente a la inflación (aunque el año pasado la inflación fue del 4%).¿Qué tan probable es un error de más de diez mil millones de pesos en el presupuesto? ¿Y si en realidad fue una estrategia para negociar ventajosamente o una prueba a las universidades públicas?Hay una realidad. Entre los sombrerazos y la confusión, las universidades públicas dejaron de reclamar que hubiera un aumento presupuestal marginal sólo correspondiente a la inflación.Ricardo Villanueva, rector de la UdeG, confirmó un día después que todas las universidades del país tendrían un incremento correspondiente a la inflación, según una comunicación de la Presidencia.Por el contrario, el Organismo Coordinador de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, creadas por AMLO, duplicará sus recursos, al pasar de 1.5 mil mdp a 3.1 mil mdp.Las autonomías universitarias son el último reducto del poder que incomoda a la 4T. Los morenistas las asocian –muchas veces con razón– con el dispendio, el lujo y los cacicazgos.El próximo rector o rectora de la UdeG tendrá que ser muy hábil en navegar tiempos convulsos presupuestal y políticamente. Hay señales preocupantes a la vista. Después del INAI y otros organismos constitucionalmente autónomos, ¿siguen las autonomías universitarias?