Toma posesión hasta el 20 de enero y a 50 días de asumir su segundo mandato ya amenazó a todo el mundo. Envuelto en su soberbia, altanería y sentido de superioridad, Donald Trump ha levantado el puno y lanzado sus amenazas contra todos los países, sin excepción.Primero fueron México y Canadá, con la imposición de un arancel del 25 por ciento a todas las importaciones si no hay un combate a la migración ilegal y el tráfico de fentanilo, y luego fue a la alianza de los BRICS -asociación de mercados emergentes y países en desarrollo, basada en lazos históricos de amistad, solidaridad e intereses compartidos-, que está compuesta por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos -donde estarían a punto de incorporarse Turquía, Azerbaiyán y Malasia-, quienes el pasado octubre discutieron cómo impulsar las transacciones en otras divisas diferentes al dólar estadounidense y fortalecer las monedas locales. La amenaza concreta de Trump fue la de imponer aranceles de 100 por ciento si continúan con las intenciones de socavar a la moneda norteamericana.Dice el refrán que “Perro que ladra no muerde”, pero con el presidente electo de Estados Unidos nada está escrito y todo puede suceder. Hay quienes opinan que está estableciendo una posición extrema para crear una palanca para acuerdos ventajosos para su país y confirmar de paso su prestigio de “negociador”. Sin embargo hay otros que son de la idea de que lo que representa Trump para el mundo, es una verdadera amenaza -en todos los sentidos-. En su mente pudiera tener planes más radicales y poner al mundo en un escenario muy arriesgado.Las amagos de “El amenazas” Trump no son sólo en el terreno comercial. En varias ocasiones ha mencionado sacar a Estados Unidos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o bien que se niegue a defender a alguno de sus miembros de la alianza atacada por Rusia. Es un enigma, y si llegara a suceder esa salida estaría desmantelando la alianza de países -político y militar- más exitosa de la historia.La antesala de su llegada a la Casa Blanca la ha convertido en un “espectáculo de terror” para muchos, con nombramientos para su gabinete con personas sin experiencia en áreas estratégicas y disimbolas en sus reponsabilidades, y con políticas arriesgadas, no solo para su país, sino para el mundo.Si la fanfarronería fue el sello de Trump en su primer mandato -2017 / 2021-, hoy no es la excepción, pero ahora con más riesgos que pueden desequilibrar a un mundo convulsionado en diferentes países y regiones, donde las amenazas -como recurso- desequilibradas pueden provocar un conflicto de mayor envergadura y de repercusiones no debidamente evaluadas por la mente enfermiza de quien a partir del mes próximo estará al mando del país más poderoso del mundo.¿Usted, qué opina?
