Al conocerse, muchas parejas experimentan una atracción casi automática e inexplicable, lo que las hace conectar profundamente en poco tiempo, sin embargo, luego la dinámica da un vuelco, sumiendo la relación en un ciclo de peleas que parecería interminable, llenando de confusión a sus miembros.Este es un caso claro de relación kármica, un concepto que ha adquirido popularidad en los últimos años y refiere a un vínculo que va más allá de lo que la vista puede captar.La base de las relaciones kármicas es la creencia de que las acciones de las personas en vidas pasadas tienen consecuencias en la vida presente, de este modo, este tipo de relaciones se trata de un vínculo emocional y espiritual entre dos personas a través del cual se debe cumplir un propósito específico de aprendizaje en la vida de cada uno.Una de las características que más destaca de las relaciones kármicas es el sentimiento de familiaridad hacia una persona que no habías conocido, conexiones emocionales intensas —ya sea de amor u odio—, patrones de comportamiento repetitivos, además de que el vínculo resulta desafiante para ambos miembros.El entendimiento de por qué algunas personas experimentan una relación kármica puede ser una herramienta para sobrellevar los conflictos y crecer en los lazos interpersonales. Una relación kármica se presenta para dar lecciones de vida sobre la pérdida o la traición, entre otros temas, además de otorgar un equilibrio energético solucionando patrones negativos no resueltos en el pasado.Así, las relaciones kármicas se tratan de experiencias para el crecimiento personal y, probablemente, de una preparación para relaciones futuras.MBMantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp