En una época donde el relativismo y la reafirmación personal han cobrado importancia, la celebración de San Valentín, con sus corazones flechados y regalos recíprocos, puede no venir bien a todas las situaciones amorosas. Apenas el día 13 de este mes, por ejemplo, muchos celebraron el Día del Amante como una forma alternativa de dar un lugar a un sentimiento que, a pesar de ser social y moralmente censurado, es real. "Amor es amor", dice una de las consignas LGBT, que aunque específicamente se usa para influir en el reconocimiento de las bodas homosexuales, es pertinente en esta ocasión porque lleva en sí misma la idea del amor como una esencia que no depende de las circunstancias o de la forma que toma su expresión. En ese sentido, los amores no correspondidos, los amores tímidos, los amores frustrados también han reclamado un lugar en este mes, y es precisamente hoy: Día del Amor Imposible.De origen incierto, se infiere con cierta lógica que la propuesta del Día del Amor Imposible y su popularización surgió en foros de internet donde muchas personas exponían sus historias de amores que no pudieron ser, pero que perviven. Este sola circunstancia hace de esta fecha una conmemoración triste, pero al mismo tiempo implica un paso hacia la reconciliación con uno mismo.Así como hay fechas cívicas donde se recuerda a los mártires de una batalla perdida, el Día del Amor Imposible es una oportunidad para recordar no sólo a la persona que se ama sin la esperanza de ser correspondido, sino también para recordar el valor, esfuerzo y buenos sentimientos del enamorado. Incluso de la alegría que en su momento produjo la situación.Persistir en el amor requiere una voluntad admirable, pero puede tornarse problemático si ese amor impide que la persona enamorada avance y forme relaciones saludables con otras que posibiliten hacer realidad sus ilusiones. Superar un amor no correspondido no significa borrar los sentimientos, pero sí propiciar su evolución. Quizá, por ejemplo, hacia el llamado amor platónico, que es idealizado e inalcanzable, pero centrado más en la admiración de cualidades como la inteligencia o personalidad que en la atracción física; o incluso el ágape, un concepto en contraste con el eros (amor erótico) y la filia (amistad), que se tiene por el amor más elevado, uno incondicional, donde se acepta a la otra persona tal y como es y no se exige nada a cambio, que se ha usado inlcuso para conceptos religiosos y que encuentra su ejemplo perfecto en algo tan absoluto como el amor de las madres por sus hijos.