¿Con qué frecuencia debes lavar tus brochas de maquillaje?

El cuidado de tus herramientas de maquillaje es tan esencial como el de tu piel. Si bien invertir en productos de calidad es fundamental, mantener tus brochas limpias es igual de importante para garantizar una aplicación impecable y, sobre todo, evitar problemas de salud en tu piel. Aquí te explicamos con qué frecuencia debes lavar tus brochas y los riesgos de no hacerlo.

¿Por qué es necesario lavar las brochas de maquillaje?

Con cada uso, las brochas acumulan restos de maquillaje, aceites naturales de la piel, células muertas y bacterias del ambiente. Si no se limpian adecuadamente, estas herramientas pueden convertirse en un caldo de cultivo para microorganismos que pueden causar problemas como:

• Brotes de acné: Las bacterias acumuladas pueden obstruir los poros.
• Irritación y alergias: Los residuos de productos y la suciedad pueden desencadenar reacciones en pieles sensibles.
• Aplicación deficiente: Las brochas sucias pueden afectar la calidad del maquillaje, creando un acabado desigual.

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¿Con qué frecuencia deberías lavar tus brochas?

La periodicidad del lavado depende del uso que les des y del tipo de producto que aplicas con ellas:

• Brochas para productos líquidos o en crema: Herramientas que usas para bases, correctores o delineadores deben lavarse al menos una vez a la semana. Esto se debe a que estos productos son más propensos a acumular bacterias y residuos pegajosos.
• Brochas para polvos: Las que utilizas para aplicar rubores, bronceadores o sombras en polvo pueden limpiarse cada quince días. Aunque no retienen tanto producto como las brochas para líquidos, igual acumulan aceites y partículas del ambiente.
• Esponjas de maquillaje: Si usas esponjas, como las famosas beauty blenders, lo ideal es lavarlas después de cada uso, ya que su material poroso retiene humedad, convirtiéndolas en un ambiente perfecto para bacterias.

¿Cómo limpiar tus brochas correctamente?

Sigue estos pasos para lavar tus brochas y mantenerlas en óptimas condiciones:

• Humedece las cerdas: Utiliza agua tibia para evitar que el pegamento de la base del mango se debilite.
• Aplica un limpiador: Usa un jabón suave o un limpiador especial para brochas. Puedes optar por productos específicos o champús para bebés, que son delicados.
• Limpia con movimientos circulares: Frota las cerdas suavemente en la palma de tu mano o en una alfombrilla limpiadora para eliminar el producto acumulado.
• Enjuaga completamente: Asegúrate de que no queden residuos de jabón.
• Seca en posición horizontal: Coloca las brochas sobre una toalla limpia, con las cerdas hacia el borde, para evitar que el agua entre en el mango y dañe las cerdas.

Consejos extra para cuidar tus brochas

• No uses agua caliente: Podría dañar las fibras y debilitar el pegamento que sostiene las cerdas.
• Evita secarlas de pie: Esto podría hacer que el agua se filtre hacia el mango, causando que se despegue.
• Desinfecta regularmente: Entre lavados, usa un spray limpiador rápido para mantenerlas lo más limpias posible.

Lavar tus brochas no solo garantiza que tu maquillaje se vea impecable, sino que también protege la salud de tu piel. Incorporar este hábito en tu rutina es una inversión a largo plazo, tanto para tus herramientas como para tu cutis. 

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BB

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