Jueves, 26 de Diciembre 2024

Mon Laferte y los peligros de las redes sociales

La cantante reconoce la importancia del movimiento #MeeToo, aunque alerta de las “cacerías” digitales

Por: El Informador

Mon Laferte. La cantante chilena asegura que el movimiento feminista ha avanzado mucho, pero aún quedan pendientes y un mejor entorno social para avanzar. EFE/E. González

Mon Laferte. La cantante chilena asegura que el movimiento feminista ha avanzado mucho, pero aún quedan pendientes y un mejor entorno social para avanzar. EFE/E. González

El movimiento englobado bajo el nombre #MeeToo, que en años recientes destapó varios casos de violencia machista en la industria musical “es bueno”, reconoce la cantante chilena Mon Laferte, quien apunta sin embargo no estar “tan de acuerdo con la cacería mediática que se convierte en un apedreamiento”.

Feminista alejada de dogmatismos, Laferte (Viña del Mar, 1983) alerta de los riesgos de los “señalamientos” públicos: “Exponer tanto en las redes puede llegar a ser muy peligroso”, apunta en charla desde el centro cultural Matucana 100, en Santiago, capital chilena, donde recientemente inauguró su exposición “Autopoiética”, titulada igual que su último disco.

La intérprete, que fue víctima de abuso en su infancia y adolescencia, empatiza con las mujeres que sufren violencia machista y opina que “lo primero es decir al abusador que deje de abusar” y luego “invitar a la mujer a exponerlo”, aunque -recalca- “es muy difícil porque siempre existe la culpabilidad”.

“Hasta hoy me cuesta hablar del tema porque siento que tal vez, siendo una niña, hice algún gesto que le dio un mensaje al abusador para que abusara de mí”, reconoce sin ocultar el dolor en el rostro, al tiempo que añade que “todavía existe esa idea totalmente irracional en mi cabeza”.

“Todas necesitamos la sanación profunda”

La historia personal de Mon Laferte atraviesa toda su exposición. Con extrema versatilidad -combina pintura, instalaciones, obras audiovisuales, esculturas y performance-, invita a “cuestionar los estereotipos y formas de vida que imponen discursos de culpa y violencia”.

Dice que el peso de las etiquetas le cayó cuando empezó a componer sus propias canciones pero, a la vez, quiso apostar por “el personaje del tacón, el labio rojo y la pestaña larga”, dos facetas que en ese momento no iban de la mano.

“El mundo todavía no estaba preparado para eso: o eras la cantautora con guitarra o eras la mujer superficial sin sustancia ni talento”, resume la artista, que acumula múltiples premios internacionales, entre ellos cuatro Latin Grammy.

Tras “haber roto con eso” hace casi una década, ya cumplidos los 40 sintió una necesidad de “autorepararse” y “trabajar la autopoiesis” en una exposición que “en el camino se convirtió en un proyecto colectivo” que interpela, en especial, a las mujeres.

“Me di cuenta de que todas nos parecemos muchísimo en el sentir, en la culpabilidad y que todas necesitamos la sanación profunda, sin importar si tienes 15 o 80 años”, expone.

Matucana 100. Afiche promocional de la exposición de la cantante en Santiago, capital chilena. Su exposición permanecerá hasta enero de 2025. ESPECIAL

Lo femenino, su fuente de inspiración

Criada en un entorno totalmente femenino por su madre, hermana y abuela, uno de sus referentes musicales, las mujeres han sido, para Laferte, una prolífica “fuente de inspiración” en toda su carrera artística.

Desde la sala llamada “Mujeres” en Matucana 100, un espacio concebido como “un útero” donde la artista recrea un parto, entre otras escenas, dice que “no le molesta” que le pregunten por la maternidad porque “cambió su vida por completo”.

“Ser madre fue descubrir mi lado más animal y eso también está muy presente (en mi obra)”, expresa.

Los cuidados de su hijo de casi tres años están a cargo de su marido: “Dejó de trabajar para cuidar mientras trabajo yo”, un avance que observa más en las nuevas generaciones porque: “antes eso era mucho más difícil de encontrar”.

“Tengo una familia más deconstruida: el papá se queda en la casa y lava los platos mientras la mamá se va de gira, y está todo bien”, remata.

Vive en una época de revoluciones

Para Mon Laferte, el movimiento feminista y la inteligencia artificial son “las dos grandes revoluciones” del mundo de hoy y, aunque reconoce que queda mucho por avanzar, se muestra optimista: “Hay un cambio global que ha sido lento, pero soy positiva porque hay un pequeño camino que se está forjando”.

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