Es sabido que la actriz estadounidense, Demi Moore, es una amante de los perros, y es comprensible que quiera estar con ellos en todo momento. No obstante, una reciente visita que realizó al Museo del Louvre con todo y compañía perruna no fue vista con buenos ojos por algunos cibernautas.Moore, de 59 años es una amante de los peludos de cuatro patas, y no se ha abstenido de presumirlo a través de sus redes sociales, en donde suele postear fotos con un pequeño llamado Piaf.Para Demi, todo momento es buen momento cuando se encuentra en compañía de un perruno, por lo que no pierde oportunidad de compartir fotografías de sus mascotas.Uno de los episodios más recientes en que se le vio a Demi en compañía de uno de sus perros fue en el abierto de Francia, en uno de los juegos del español Rafael Nadal.Sin embargo, aunque sus casi 3 millones de seguidores en Instagram se enternecen cuando la actriz publica este tipo de instantáneas, fue una foto reciente la que dividió la opinión entre su público.La protagonista de Los Ángeles de Charlie: Al límite (2003) publicó tres fotos en las que se le ve ella sosteniendo entre sus manos a su perro Piaf. Ambas se encuentran en el interior del Museo del Louvre, recinto cultural de Francia que alberga bellas artes, arqueología y artes decorativas.Demi escribió junto a las imágenes "Piaf toma el Louvre", lo cual provocó la molestia de un sector del público, pues en el reglamento del museo se lee que están prohibidos los animales, excepto los perros guía para invidentes y los perros de asistencia en el caso de personas con discapacidad motora o mental, siempre y cuando esto se justifique.Ante esto, algunos cibernautas lejos de aplaudir las fotos o enternecerse, protestaron."Como alguien que trabaja en un museo, lo primero que hice fue buscar en Google si el Louvre permite perros. Encontré que no, a excepción de los perros de servicio. Esto no es para incomodar a los demás, es para garantizar la seguridad de los objetos en exhibición", "No sabía que permitían mascotas". "Triste cuando las celebridades abusan de su fama y llevan a sus mascotas a lugares donde la gente común no puede. El Louvre tiene una política de no mascotas con una exención de animales de servicio. Demi Moore deberías saberlo mejor". "¿Pueden estar nuestros perritos en el museo? Si es así, traeré a mi pequeño Cedric", se lee entre los comentarios.
