Una disposición del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para cerrar tres instituciones financieras mexicanas, acusadas de colaborar con cárteles del narcotráfico en el lavado de dinero, entró en vigor ayer.Las entidades señaladas, CIBanco SA, Intercam Banco SA y Vector Casa de Bolsa SA, fueron desmanteladas y sus operaciones se vendieron por partes. La mayoría de sus clientes, especialmente los dedicados al intercambio de divisas, trasladaron sus cuentas a otras instituciones bancarias y casas de bolsa.El impacto del caso ha encendido las alarmas en todo el sistema financiero nacional. Diversos bancos han optado por reforzar sus filtros internos, revisar su cartera de clientes y estrechar la comunicación con las autoridades regulatorias tanto mexicanas como estadounidenses, en un intento por evitar ser los próximos en la lista de sanciones dentro de la ofensiva de la administración Trump contra el narcotráfico y el lavado de activos. Las autoridades estadounidenses han sido enfáticas: la política de “tolerancia cero” se aplicará a toda institución que facilite operaciones relacionadas con la crisis del fentanilo. La sanción a las tres empresas, anunciada en junio, marcó la primera vez que la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) ejerció las facultades que le otorgó la Ley de Defensa contra el Fentanilo, aprobada el año pasado.Ante el endurecimiento de las medidas estadounidenses, las instituciones financieras mexicanas y globales han incrementado su vigilancia sobre transacciones con empresas chinas, consideradas de alto riesgo por su posible relación con el comercio de precursores químicos usados en la fabricación de fentanilo. CT