Los amantes del teatro y los lectores tienen una cita para revivir la obra de Gabriel García Márquez este fin de semana. El próximo viernes el Teatro Jaime Torres Bodet (Av. España 2020) recibirá la puesta en escena “El día que Macondo se tiñó de insomnio”, inspirada en la obra del Premio Nobel de Literatura (en especial de su novela “Cien años de soledad”) y nutrida con elementos culturales del país del escritor. El texto es dramaturgia de Karol Tatiana, la presenta el grupo Embeleko y llega a México gracias al Instituto Popular de Cultura de Cali (Colombia) y el vínculo con Cultura Mercadológica en México.Alison Ramos, uno de los talentos en escena, platicó sobre la trama de la obra, estrenada el año pasado: “Habla de cómo el conflicto nos ha llegado a todas partes, cómo mediante el conflicto podemos tener esperanza”. Wilkin Rojas, también en escena, abundó en la trama: “La obra habla de la peste que cae en Macondo: la peste del insomnio, qué es lo que a los seres humanos nos puede quitar el sueño”. Sobre las características generales de la pieza, Jhon Fredy Benítez detalló: “La obra es muy coral, jugamos mucho con personajes simultáneos, hay música en vivo”. Jhon toca las percusiones y actúa como uno de los gitanos que llega a Macondo.Alison añadió algunos aspectos de “El día que Macondo se tiñó de insomnio”: “Tiene música, baile, es muy folclórica, tiene las tradiciones colombianas, la identidad. Es muy rica, la van a disfrutar, y esperamos que se sensibilicen”. Wilkin, también músico, comentó de su papel: “Dentro de la obra ejecuto gran parte de la música. También tengo unos personajes, uno de ellos es Melquiades, de los gitanos que llegan al pueblo de Macondo a traer las nuevas formas de mirar y de hacer cosas en un pueblo donde todo es desconocido. Donde han sufrido la violencia y lo único que tienen es una esperanza de un mañana mejor”.La actriz Valentina Hurtado platicó sobre la intención de este tipo de obras por parte del instituto: “Parte de nuestra puesta escénica es preservar las artes y resaltar su importancia como un medio de transformación social”. En el mismo sentido del legado cultural, dijo que “esta puesta en escena es muy colombiana: desde sus danzas folclóricas, la apuesta musical, los instrumentos que trabajamos son autóctonos, está la narración oral. Buscamos permear en el público el realismo mágico que García Márquez nos dejó”.Wilkin compartió un poco sobre los instrumentos y su historia en Colombia: “Tenemos una influencia africana muy fuerte: en Cartagena de Indias y Barranquilla desembarcaron una gran mayoría de esclavos negros. Está la influencia africana en los cueros y en los tambores, en los ritmos de cumbia y bullerengue”. Tambor alegre, llamador, maracón y la gaita colombiana son algunos de los instrumentos a los que recurren. Musicalmente también incluyen la rumba flamenca, por la inclusión de los gitanos en Macondo.Miguel Rosales, coordinador general de comunicación del Instituto Popular de Cultura (dirigido por María del Pilar Meza), profundizó en la vocación de tender lazos con otros lugares. Previamente su escuela de música ya ha visitado México, con su big band. Con 71 años de historia y cuatro escuelas, el grupo Embeleko es parte de la escuela de teatro.Además de presentar la función, la presencia del grupo busca incidir con dos tipos de talleres: con grupos de riesgo (en Guadalajara y Chapala) y con público que busca formación profesional. El objetivo es ofrecer a los jóvenes una opción artística frente a la delincuencia u otras decisiones negativas en la vida, una labor que también realizan en Colombia. Ya en el rubro formativo, su taller para estudiantes de teatro, “Teatro físico, mascarones y transformación”, será en Glow Artes Escénicas (Av. Tepeyac 4536), el próximo sábado 30 de marzo a partir de las 9:00 horas.A propósito de los talleres con enfoque social, Jhon Benítez dijo: “En Colombia cada uno tiene actividades diferentes, todo en torno al teatro. También hacemos funciones en comunidades, nos movemos en fundaciones. Lo que hacemos aquí no es nuevo. Hacemos que la gente visibilice que hay otros entornos, otros medios de salir adelante y maneras de ver la vida, otras perspectivas. Lo bello del arte es que nos permite ver que sí hay una posibilidad, es algo de lo que venimos a compartir”.“El día que Macondo se tiñó de insomnio” de Embeleko llega a Guadalajara con nueve artistas en escena, además del equipo de producción. “El día que Macondo se tiñó de insomnio”/ Viernes 29 de marzo/ 20:00 horas/ Teatro Jaime Torres Bodet/ Entrada general $100 pesos; grupos de 4 personas $80 pesos (cada uno).
