Jueves, 26 de Diciembre 2024

Suena la “Tonada de un viejo amor”

Una historia sobre las pasiones ocultas de personajes que luchan por alcanzar el amor y aceptar el pasado

Por: El Informador

La escritora llega con la reedición de su primera novela, “Tonada de un viejo amor”. EL INFORMADOR

La escritora llega con la reedición de su primera novela, “Tonada de un viejo amor”. EL INFORMADOR

La primera novela desarrollada por la autora y bióloga, Mónica Lavín, “Tonada de un viejo amor”, es reeditada 27 años después, ahora por Planeta. Esta es una trama que narra las pasiones ocultas de personajes que luchan por alcanzar el amor y aceptar el pasado. Al respecto, EL INFORMADOR conversa con la escritora sobre cómo fue ahondar de nuevo en las líneas de esta historia que marcaron sus siguientes pasos en la industria literaria.

Expresa que hay sentimientos distintos cuando se redescubre una novela a cuando se lanza una por primera vez: “Es una emoción muy distinta cuando sale una novela por primera vez porque es desconocida para un público lector. Ésta yo la escribí cuando mis hijas eran niñas y ahora tienen treinta y tantos años. Entonces, me comentan que sus amigas la están leyendo, ellas mismas no la leyeron. Es decir, estoy llegando a una generación que me emociona mucho, tienen casi la edad de cuando yo publiqué la novela”.

Antes de “Tonada de un viejo amor”, Mónica sólo había desarrollado el género del cuento. “Y cuando la retomo y la vuelvo a leer, siento que me atrapa. Un escritor se vuelve un lector de su obra y jamás las vuelves a leer enteras, pero el que hubiera la oportunidad de reedición de un nuevo lanzamiento, me hizo retomarla con una piel nueva, con el paso del tiempo y de las novelas que he escrito en medio. Y me gustó rescatar la frescura de esa historia, el lugar dónde ocurre… Yo misma estaba interesada en la trama porque había olvidado ciertas cosas. Entonces, es la emoción de volverte lector, ver si tu novela aguanta la prueba del tiempo y sentir lo que uno quiere afirmar que pase con los libros, que es que no tengan fecha de caducidad, uno no escribe nada más para el instante”.

Recuerda Mónica que le hizo unas correcciones a la novela, las cuales tenían que ver con el lenguaje. “Ahora he aprendido a borrar las palabras de más, que es un entrenamiento en el tiempo donde te vuelves mucho más enamorado de la fluidez narrativa, de que las palabras suenen y acompañen bien la historia, pero fuera de ello, los personajes me parecían atractivos. Lo que sí hubiera hecho diferente, si la hubiera escrito ahora, sería una novela más larga, pero yo venía del cuento”. 

Señala que cuando le resonó la historia de su protagonista, pensó en que la trama era afín a un cuento, “pero (en ese momento) yo todavía no entendía que una novela responde a un manojo de preguntas y un cuento a una”. Y esto la orilló a novelar porque estaba ejerciendo otro tipo de escritura, “gracias a ello me volví tanto cuentista como novelista”.

Resalta que esta obra también le enseñó cómo una novela pasa por muchos filtros de versiones. “Yo era mamá cuando comencé a escribir ‘Tonada de un viejo amor’ y para mí el cuento requiere que yo lo pueda escribir de principio a fin, o sea, que tenga muchas horas despejadas, no la versión publicable, pero ir del inicio al final… el brío narrativo. Y la novela no, es una visita tras visita, es algo que puedes ir hilvanando y gracias a eso, con lo que yo podía darle al texto y éste lo que me pedía a mí, entré en un diálogo con la novela del cual ahora que la leo, me he acordado; para mí ha sido muy grato qué fue y en qué circunstancias escribí esta historia”.

“Cristina”, su personaje, es una mujer que afronta el escarnio social y el rechazo de su familia. “Para mí fue una revelación saber que yo estaba hablando de las pocas posibilidades para las mujeres de tener voz, es decir, que yo estaba concentrada en la historia de ‘Cristina’, a la que le niegan la voz, una decisión con su propia vida dentro lo poco que puede decidir una mujer en un lugar donde ella vivía, un poblado pequeño del norte de México, en un sector social con sus expectativas y exigencias”.

Mónica expresa que después de tantos años de haber lanzado esta novela, se da cuenta que sigue vigente el hecho de que muchas mujeres siguen supeditadas a lo que se espera de ellas, “al deber ser. Y además, si salen de esa partitura, pueden tener destinos trágicos, como ya sabemos, no vivíamos en un país de feminicidios, vivimos en país de feminicidios. Es cómo la imposibilidad de escoger un camino libre, incluso el escoger a quién vas a amar. El sentir que alguien posee a alguien, simplemente porque la ha elegido, eso todavía es una tragedia de la convivencia amorosa”. 

Finalmente, Mónica agrega que espera que la novela conecte con generaciones jóvenes, dándole el lugar que merece su historia, pues cuando salió se trataba de su primera novela y tal vez no le llegó a toda la audiencia que tenía que llegarle.

Sinopsis
“Tonada de un viejo amor”

En “San Lorenzo”, un pueblo vinicultor al norte de México, la vida de sus habitantes se ve sometida a las reglas, las habladurías y las creencias de una burguesía en decadencia, aferrada a un pasado glorioso que fue borrado por la Revolución. En el seno de este entorno, la joven “Cristina Velasco”, hija de una de las familias oligarcas, se rebela contra el destino gris que tiene por delante y experimenta con libertad y plenitud su sexualidad, viviendo dos relaciones muy distintas, pero igual de pasionales: la primera con su tío, “Carlos Velasco”; la segunda, con un saxofonista estadounidense llamado “Doug”. Sin embargo, seguir sus anhelos le traerá el escarnio social y el castigo de su familia.

CT

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