Hace 3.4 millones de años, los Australopithecus afarensis —la especie de la famosa “Lucy”— convivieron en la misma región del este de África, hoy Etiopía, con otra especie llamada Australopithecus deyiremeda. Esta última presentaba rasgos más primitivos, una dieta distinta y, aunque era bípedo, pasaba parte de su vida en los árboles.Esa es la principal conclusión de un estudio internacional liderado por el paleoantropólogo Yohannes Haile-Selassie, director del Instituto de Orígenes Humanos de la Universidad Estatal de Arizona. Los detalles se publicaron este miércoles en Nature.En 2009, el equipo de Haile-Selassie descubrió ocho huesos del pie de un ancestro humano en el yacimiento de Woranso-Mille, en la región de Afar. Los restos fueron nombrados como “el pie de Burtele”. Al tratarse de fósiles postcraneales, no pudieron asignarse a una especie específica. Sin embargo, un nuevo análisis —en el que participó el geólogo de la Universidad de Barcelona, Lluís Gibert— determinó que pertenecen a A. deyiremeda, parientes contemporáneos de A. afarensis.Haile-Selassie recuerda que desde su hallazgo sabían que el pie era distinto al de Lucy, pero faltaba encontrar fósiles del cráneo, mandíbula o dientes para confirmar la especie. En 2015, el equipo anunció oficialmente a A. deyiremeda, aunque sin incluir el pie de Burtele. El hallazgo de nuevos fósiles en la última década permitió finalmente asociarlo con seguridad.El estudio concluye que, aunque contemporáneo de Lucy, el pie de Burtele es más primitivo. Mientras A. afarensis era completamente bípedo, A. deyiremeda conservaba un dedo gordo oponible, útil para trepar. En el suelo, caminaba erguido, pero es probable que se impulsara principalmente con el segundo dedo, en contraste con los humanos modernos.Para los investigadores, esto demuestra que la bipedestación temprana no fue uniforme: coexistieron distintas formas de caminar sobre dos piernas.El equipo analizó el esmalte de ocho dientes de los 25 restos dentales hallados. Los resultados indican que A. deyiremeda se alimentaba sobre todo de hojas y frutos, una dieta más parecida a la de especies primitivas anteriores. En cambio, A. afarensis tenía una dieta mixta que incluía también pastos.Entre los restos también se identificó la mandíbula de un niño de poco más de cuatro años. Su análisis sugiere un patrón de crecimiento dental similar al de los simios actuales y al de los australopitecos más tempranos.Según Gibert, el registro fósil de los últimos 5 millones de años en Etiopía es el más completo del mundo, aunque sigue siendo fragmentario. Este hallazgo representa una pieza más para comprender la evolución humana, de la cual aún falta más del 95 % del registro.La geología, subraya, es clave para entender esa evolución, pues otorga el contexto físico y cronológico que da valor a los fósiles.Haile-Selassie destaca la relevancia de conocer este pasado: los cambios climáticos que enfrentaron especies como Lucy o A. deyiremeda ocurrieron repetidas veces y su estudio podría ayudar a mitigar algunas de las consecuencias del cambio climático actual.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * AS