En días recientes, el Observatorio del Teide descubrió uno de los acontecimientos más extraños e inusuales de los últimos años: el cometa 3I/ATLAS acaba de sufrir una transformación que dejó a los científicos desconcertados.El 3I/ATLAS es un objeto proveniente de las afueras del sistema solar y, según reportaron los expertos, su anticola —es decir, la estela que apuntaba de forma desconcertante hacia el Sol— ha mutado.Este hallazgo es de vital importancia, ya que pone en duda todo lo que se conocía sobre él: su composición, comportamiento y, en especial, su origen.Las imágenes obtenidas por el Telescopio Óptico Nórdico de 2,5 metros mostraron en septiembre un fenómeno que en julio y agosto parecía impensable: el retroceso de la anticola y la aparición de una cola convencional, orientada en dirección opuesta al Sol, tal como establecen las leyes físicas. Un comportamiento que desafía lo que normalmente se espera de un cometa.Según los especialistas, en condiciones normales, la cola de un cometa surge cuando el calor del Sol provoca que los gases y el polvo se desprendan de su superficie, siendo impulsados por el viento solar en sentido contrario a la estrella.Sin embargo, el 3I/ATLAS mostró en julio una estructura elongada que apuntaba hacia el Sol, lo cual no encaja con este patrón.De acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA), esto puede deberse a una ilusión óptica que parece real debido a la posición de la Tierra; sin embargo, el astrónomo Jason Wright difiere de esta teoría, asegurando que ya se han observado anticolas similares desde al menos 1974, como en el caso del cometa Kohoutek.Este fenómeno tiene un sustento físico, ya que los fragmentos más grandes expulsados del núcleo no responden de inmediato al viento solar, sino que se distribuyen a lo largo de la órbita del cometa, tanto delante como detrás.Sin importar la explicación, en septiembre la cola del cometa sufrió una transformación notable que podría ser clave para entender la composición y evolución del objeto.Por ello, a medida que el cometa se aproxima a su perihelio (el punto más cercano al Sol, el 29 de octubre), los científicos se preparan para analizar su evolución.Según explicaron, en noviembre el 3I/ATLAS volverá a ser visible en el cielo, y en diciembre se aproximará nuevamente a la Tierra, momento en el que los telescopios volverán a enfocarse en él.Estas futuras observaciones podrían aportar nuevos datos y abrir un nuevo capítulo en la historia de este enigmático visitante del espacio profundo.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * *XP